Para Miriam Cahn (Basilea, Suiza, 1949), dibujar, pintar, fotografiar, esculpir o escribir adquieren pleno sentido al poner su propio cuerpo en movimiento. Este funciona como una herramienta performativa: no solo es representado, sino que encarna materialmente las coordenadas de edad y condición física, poniéndolas a prueba desde el trabajo artístico, tanto a diario como en el tiempo extendido de la biografía.
Esta centralidad del cuerpo se relaciona con la toma de conciencia feminista de Cahn desde los inicios de su trayectoria en los años setenta, cuando desplazó el dominio habitualmente ejercido por la vista y la facultad de la razón. De ahí que explique que sus manos son su “herramienta para pensar” y aborde medios tradicionales, como la pintura al óleo o el dibujo al carbón, aparentemente anacrónicos, de modo poco convencional, como procedimientos a través de los que establecer una peculiar relación con el tiempo.
“Siempre trabajo desde el presente”, explica Cahn. Para ella, revisitar sus obras anteriores se convierte en la oportunidad de mantenerlas con vida, a la vez que en un modo de dar distintos sentidos a su propia existencia, en diferentes configuraciones e intersecciones entre el tiempo de la biografía, la naturaleza, la historia y la historia del arte.
Concebida como “una forma biográfica de ver el mundo”, esta exposición abarca desde sus primeros cuadernos y dibujos en carbón de la década de 1970 hasta sus últimas obras; en ellas cada gesto, cada movimiento, cada pensamiento es “igual de importante” que el resto. Sus obras recorren así temas cruciales que le han preocupado a lo largo de toda su trayectoria: la guerra y la violencia, la sexualidad, la naturaleza, la familia o la muerte.
Dibujos a gran escala, colores brillantes o perspectivas inusuales perturban la percepción del espectador respecto a lo que se le da a ver. Si para Cahn el arte es político, lo es en su capacidad para sensibilizar al espectador a través de su exposición a las obras. De ahí la importancia que adquiere la instalación de estas en el espacio, tarea que la artista lleva a cabo dando entrada a la intuición y permitiendo un amplio margen de improvisación en el proceso del montaje.