Desde 1992, Cabello/Carceller desarrollan un proyecto artístico común centrado en una crítica hacia la cultura visual hegemónica. Herramientas de la teoría feminista, queer y decolonial, y los estudios visuales y culturales les han servido a lo largo de los años para producir un cuerpo de trabajo interdisciplinar que cuestiona el modelo neoliberal de producción social.
La exposición también incluye piezas como Un beso (1996) y Bollos (1996), obras que sirvieron para revisar de forma pionera el feminismo de los años setenta en los noventa, o bien, Archivo: Drag Modelos (2007-en proceso), proyecto que pone en relieve la idea de dobles, entendiendo toda posición de género como una copia. Así mismo se incluye otra serie de obras que ponen de manifiesto cómo, en el trabajo de Cabello/Carceller, el arte deviene en un arma de representación con la cual destruir la noción de fijación identitaria y con la cual ampliar las posibilidades subjetivas de existencia tanto individual como colectiva.