La obra de Cristino de Vera, nacido en Santa Cruz de Tenerife en el año 1931, para unos, es la continuidad de la tradición pictórica, mientras que para otros, significa la renovación de un lenguaje basado en la figura y en la imagen. A lo largo de más de sesenta años de trayectoria profesional, Cristino de Vera se ha mantenido fiel a principios estilísticos: la luz y el silencio, y ha ido depurando su poética en busca de la belleza y la esencia de las cosas. Su producción posee un sello de identidad tan propio y definido que la encumbra entre los grandes creadores de nuestro tiempo.
La exposición "Cristino de Vera. Al silencio", integrada por más de cincuenta obras –pinturas y dibujos- realizadas por el artista en los últimos veinte años, ofrece la posibilidad de descubrir una nueva visión de su lenguaje, caracterizado por la espiritualidad y misticismo.
A través de estas composiciones sencillas y brillantes podemos adentrarnos en el universo poético del artista en el que la luz constituye la esencia, el elemento diferenciador de su pintura.