Dorothea Tanning (1910–2012) es considerada una de las mujeres artistas más importantes y polifacéticas del siglo XX, aunque ella misma rechazaba esa asociación: “Mujeres artistas: no existe tal cosa –o persona. Es una contradicción en sus términos, al igual que ‘hombre artista’ o ‘elefante artista’. Puedes ser una mujer y puedes ser una artista; pero lo primero te viene dado y lo otro lo eres tú”. Entre Estados Unidos y Francia, desarrolló una extensa producción, meticulosa y expresiva, de pinturas, dibujos, diseños de vestuario y decorados para ballets, esculturas “blandas”, novelas y poemas. Su obra cuenta historias inscritas en un universo personal, con el que da sentido a la vida moderna, y en un entorno surreal –lleno de fantasía y fantasmas– perfilado a través de un espacio que se presenta al mismo tiempo como seductor y pernicioso.
La exposición se articula en habitaciones temáticas que discurren por las diferentes etapas artísticas y vitales de la trayectoria de Tanning, desde escenas de infancia y familiares, niñas vestidas al estilo victoriano, bucólicos desnudos barrocos y desiertos de rocas rojas, hasta llegar a las representaciones de flores, tan relevantes en su última etapa. Entre sus instalaciones, destaca Chambre 202, Hôtel du Pavot [Habitación 202, Hotel de la Amapola] (1970–1973), con esculturas antropomorfas que invitan al visitante a mirar, a sentir, y a formar parte del mundo surreal que en ella habita.
Tanning rompe la distancia entre la obra de arte y el espectador, sin pretender que sus creaciones sean un reflejo del mundo, sino una invitación para ir más allá. Los seres femeninos dominan este universo de puertas abiertas y revelaciones, provocando el caos en un espacio tradicional doméstico, que al mismo tiempo vibra y despierta una curiosidad extraña. ¿Nos atrevemos a entrar en su cuento de hadas, en una casa con puertas abiertas, una estancia habitada por extrañas criaturas, a adentrarnos en un paisaje quemado por el sol? En palabras de la propia artista: “Quería guiar el ojo hacia espacios que se ocultaran, revelaran, transformaran todos a la vez y donde hubiera imágenes nunca antes vistas, como si hubiesen aparecido sin mi ayuda”.