Las esculturas e instalaciones de Nairy Baghramian actualizan formas y conceptos heredados para tratar nociones como la funcionalidad, la abstracción o el feminismo. Con claras referencias a la Historia del Arte y a la arquitectura moderna, concretamente al minimalismo y al surrealismo, la artista cuestiona las tensiones entre función y ornamento, industria y artesanía, entre otras. Las esculturas presentadas en esta exposición, realizadas en cristal, metal galvanizado y resina, adoptan formas orgánicas que presentan protuberancias y cavidades en las que resuenan tanto la fisiología humana y la subjetividad como el diseño de interiores y los objetos decorativos.
El trabajo de Baghramian, siempre frágil y poético, alude igualmente a los límites impostados, a su permeabilidad y sus transiciones. En este sentido, el Palacio de Cristal, que acoge la primera exposición individual de la artista en España, se presta como aliado perfecto, pues en su piel interior y exterior se dan la mano. De este modo, el edificio sirve de premisa para una nueva negociación espacial con la que explorar los límites y reflexionar sobre la inestabilidad de los materiales, el adentro y el afuera, lo público y lo privado.
La obra de Nairy Baghramian ha sido objeto de exposiciones monográficas en diversas instituciones, como el Museo Serralves de Oporto (2014), el Art Institute de Chicago (2014), el Museo Tamayo de Ciudad de México (2015), el Walker Art Center de Mineápolis (2016), o el S.M.A.K de Gante (2016). Ha participado también en la 54ª Bienal de Venecia (2011) y recientemente en la documenta 14, en Kassel y en Atenas (2017).