El artista portugués-brasileño Artur Barrio (Oporto, 1945), Premio Velázquez de Artes Plásticas 2011, es una de las figuras esenciales en las artes de acción y los conceptualismos en América Latina desde finales de los años sesenta, cuando irrumpió en la escena creativa brasileña en un contexto marcado por las tensiones políticas y la creciente represión de la dictadura militar. Las intervenciones en el espacio público y la búsqueda de un lugar de expresión al margen de las instituciones artísticas confluyen en este creador como un signo de resistencia que poetiza la vida cotidiana. En esas acciones el cuerpo del artista se sitúa en el centro de una crítica a la coerción social.
La obra de Artur Barrio constituye un ejemplo radical del modo en que el arte puede renunciar a su objetualidad; una peculiar crítica a sus condiciones de producción, circulación y consumo en la sociedad contemporánea. El artista utiliza materiales precarios y perecederos, en muchas ocasiones orgánicos, para crear situacões (situaciones) que hacen imposible su reapropiación por parte de un sistema del arte que permanece comprometido con la circulación fetichista del objeto o el documento.
La exposición se articula en dos salas: en la primera, se traza un itinerario histórico a través de documentos del archivo del artista, fotografías, películas o manifiestos, mediante los cuales ha quedado un registro de las situaciones y experiencias creadas por Barrio en diferentes lugares y momentos a lo largo de su carrera. Por ejemplo, se podrán consultar los registros documentales de acciones emblemáticas como DEFL…Situacão…+S+…Ruas… (1970), Des.Compressāo (1973), Áreas Sangrentas (1975), o Livro De Carne (1978-79), entre otras. También se incluye una amplia selección de sus CadernosLivros, cuyas páginas permiten reconstruir la proyección de un pensamiento estético desplegado en proyectos, dibujos, textos, collages, etc.
La segunda sala presenta una experiencia in situ realizada por el artista durante la semana previa a la apertura de la muestra: Barrio ocupa el museo e interviene el espacio, probando la capacidad de la institución de responder y adaptarse a la espontaneidad del gesto y la performatividad del acontecimiento artístico. En su trayectoria, este tipo de propuestas, conocidas como “experiencias”, han devenido momentos de habitabilidad de un lugar -las salas de exposiciones en museos o galerías-, en el que durante un período determinado Barrio convive con las dinámicas productivas de la institución, irrumpiendo y creando fricciones en la normalidad diaria.
Esta exposición supone un acercamiento a las operaciones y gestos que han conformado la sintaxis crítica del activismo de Artur Barrio.