La escultura de Peter Demetz parece representar escenarios cotidianos donde figuras y espacios recrean una dimensión posible pero muy diferente de la real.
La mayoría de sus personajes parecen suspendidos en la contemplación, sobre aquello que ocurre. Observando un momento, una escena, que no se nos muestra, que debemos deducir de las expresiones de los gestos de sus personajes.
Esculpiendo en madera de tilo y con planos que crean una dimensión creada por él entre el fondo y la figura, recrea aconteceres que nos dirigen a determinadas actitudes escasas en nuestro tiempo, de las que nuestro día a día sin duda carece, la soledad en el pensamiento, la observación, la contemplación, la reflexión, la percepción, la impresión.
El protagonista advierte, nos queda la postura de fantasear con qué será aquello que ha captado la atención de sus personajes.