Perfección es el título que la artista Ana Prada ha elegido para su nueva exposición en el espacio de la galería. Una rotunda declaración de intenciones que quiere definir su práctica artística.
En palabras de la propia artista «buscar la perfección es como perseguir rayos de luna o como cazar sombras; inútil, pero eso no evita que los soñadores lo intenten».
Los sueños de Ana Prada consisten en dar con el jarrón perfecto, con la cuchara perfecta, con la vela perfecta. A través de este tipo de sueños, se enfrenta con lo que se podría denominar el problema de la silla de Platón: todas las sillas están determinadas por la idea de silla, todos los panes por la idea de pan. Para ella lo más importante de su relación con la perfección es cómo se enfrenta con la falta de ésta, promoviendo la repetición y modificación infinita.
Por ello, las piezas que presenta se basan en esa búsqueda constante y sin fin del objeto perfecto, o al menos, del momento fugaz de la perfección.