En esta nueva serie, el artista examina el espacio entre la posibilidad y la imposibilidad de la comunicación. ¿Qué se mueve dentro de este marco? Y… ¿es el marco en sí inamovible? Se trata de los vínculos sociales y políticos y de las relaciones, su “infinita” diversidad y sus “infinitas” posibilidades futuras, pero también se trata de la imposibilidad de la comunicación humana.
La línea entre éstas parece maleable y frecuentemente es irreconocible e incluso en esta imposibilidad, en esta descomposición de la comunicación humana, se puede hallar belleza. Las experiencias vitales nos enseñan que el éxito y el fracaso, lo que tiene sentido y lo que no, lo lógico y lo ilógico, están estrechamente conectados en el lenguaje.
En nuestro ambiente global de comunicación hipertrófica diaria y en sus fenómenos relacionados, como son los grandes titulares, los pequeños mensajes y el lenguaje jurídico y financiero, encontramos un creciente sentimiento de desconfianza, que generalmente conlleva sistemas estructurados lingüísticamente. El título de esta exposición nos invita a de nuevo a contemplar las cosas desde el margen, ya que cuando el centro está cerrado, debemos abrirnos a descubrir y habilitar nuevos lugares, nuevos campos y nuevos espacios. Estos no deben ser necesariamente lejanos, pueden estar muy cerca de nosotros.