Una vez más, es en la antigua Grecia donde pueden rastrearse los orígenes del turismo, cuando miles de personas se desplazaban para asistir a las concentraciones de las Olimpiadas de deporte en la ciudad de Olimpia, cada cuatro años. Más tarde fue de la mano de Thomas Cook, quién en 1841 organiza el primer viaje turístico de la historia y quién fundó, una década después, la primera agencia de viajes: Thomas Cook and Son. A partir de entonces, todos hemos hecho turismo alguna vez, quizás menos en estos momentos de crisis y estacionamiento, pero aún así intentamos escaparnos aunque sea unos días para encontrar y descubrir lugares nuevos, nuevas costumbres, idiomas nuevos o culturas distintas, pernoctar en lugares diferentes y degustar nuevos platos o alimentos.
España es, para ello, un lugar privilegiado, muchos son los rincones dónde el turismo encuentra un filón para pasar las vacaciones. Tanto turismo nacional para personas que residen en España como extranjeros que vienen de lejos para pasar unos días de descanso y que disipan los malos augurios para acoger y atraer el turismo. La crisis y ahora el terrorismo cambian los hábitos en las vacaciones, el clima, el entorno, la gente... todo esto convierte a España en un destino turístico por excelencia. Playas con paisajes espectaculares como es el caso del Entorno Natural del Cabo De Gata en Almería; Madrid como ciudad de la cultura con inmensidad de lugares que conocer; Asturias y Cantabria con lugares paradisiacos; las Dehesas y entornos naturales de Extremadura; Úbeda y Baeza, Patrimonio Mundial de la Humanidad; las calas de Mallorca; los campos de Castilla que te transportan a décadas atrás... rincones que hacen de España un lugar único.
Y no solo paisajes que hay que ver sino que existen multitud de actividades en cada uno de los destinos... Turismo cultural con visitas a museos, exposiciones y demás lugares propios del lugar donde se puede conocer la historia y vida cultural; turismo rural cerca de áreas naturales, litorales fuera de masificaciones... que invitan a un turismo respetuoso con el ambiente, aprovechando los recursos locales; turismo de compras para recorrer las tiendas comprando; el ecoturismo donde los residentes del lugar reciben a los turistas y les presentan el espacio; el turismo de aventura donde se pone a prueba los límites de supervivencia: submarinismo, escalada, senderismo, y que decir del turismo gastronómico para conocer las comidas autóctonas, degustaciones. En España, la paella, el espeto o el pescaito frito.
Y es que todo esto invita a pasar días de descanso, momentos de tranquilidad y ocio, deportes multiaventuras y conciertos, fuera del caos diario.