Todo lo que pertenece a los territorios del alma entre nosotros, en Occidente, parece haberse desvanecido, mientras que en el viaje, en el encuentro con al pobreza se hallan modelos de vida fundados en valores más auténticos.
Hay muchas maneras de vivir el viaje: para complacer el deseo de conocer lugares y gentes, para conocerse mejor a uno mismo, para conocer sus límites y su propio coraje, para realizar un reportaje profesional, para hacer negocios. Gianni Melilla, activista, sindicalista, político y miembro del Parlamento, actual Secretario de Presidencia de Matteo Renzi, el primer ministro de Italia , confiando en sus recuerdos, cuenta en el extraordinario libro titulado En África. Experiencias de Cooperación Internacional [1] – su personal aventura política y humana vivida en el vasto continente africano, en todas las latitudes: Marruecos, Senegal, Ghana, Togo, Benín, Camerún, Etiopía, Eritrea, Kenia, Burundi, Tanzania, Sudáfrica. Ha visto con sus propios ojos la tragedia de las guerras étnicas entre hutus y tutsis, pero también se ha cruzado con la sublevación anti-apartheid de Nelson Mandela. En el libro, a medio camino entre el reportaje de viaje y el ensayo, trasluce el carácter noble del hombre y del político capaz de observar, pensar y actuar con un estilo comunicativo empático dirigido a la comprensión de las razones y los puntos de vista de los diferentes actores de esta narración, persiguiendo el sueño utópico de eliminar las desigualdades y la pobreza absoluta, para restituir dignidad y derechos, principalmente a niños y mujeres garantizandoles salud y educación. “Si educas a un niño educas a un Hombre, si educas a una mujer, educas a una Nación”.
En la descripción de los paisajes africanos, el autor capta la magia de los colores, los sabores, las atmósferas, los silencios y las sonoridades. En su sentida introducción al texto, el político y periodista italiano Walter Veltroni, que viajó frecuentemente a África, retoma un pasaje que bien visualiza el encanto de las atmósferas africanas: “Nos dan cestas llenas de fruta, bebemos cerveza de sorgo con una pajita que nos intercambiamos en símbolo de amistad. A nuestro alrededor, todos bailan y los tocadores de tambor dan vida a un espectáculo extraordinario. Después de las 18 horas, con la noche que se avecina, la fiesta termina y todos regresan a sus propios poblados. No existe la iluminación pública y, ya que no hay contaminación lumínica, las noches en el ecuador son únicas”.
En este paisaje y debajo de este cielo, vive una humanidad doliente, pobrisima a espaldas suyas, desprovista de alimentos y escuelas, abrumada por las enfermedades, violada por guerras endémicas y por un sistema corrupto y corruptivo del que el Occidente y China son hoy los mayores responsables, en el que las armas valen más que los servicios socioeducativos y sanitarios y donde la vida vale menos que nada. Como se deduce del relato del autor, los que representan la esperanza son los muchos italianos, religiosos y laicos, que con coraje, generosidad y abnegación llevan décadas poniendo su vida al servicio de las poblaciones más expuestas a guerras, enfermedades, ignorancia y hambre. De todas maneras, poblaciones disponibles para liberarse reaccionando con entusiasmo y orgullo.
Las palabras de Sor Elena citadas por el autor trazan un cuadro de estas realidades cuando cuenta que recorría los poblados con una balanza para pesar a los niños decidiendo qué hacer para los más desnutridos. Aún hoy, cuando vuelve a aquellos lugares, con inmensa alegría oye madres repitiendo: “Ella es tu hija porque la salvaste”. Con este relato intenso y detallado, Gianni Melilla nos regala un retrato de África insólito e indudablemente fuera de las rutas patinadas del turismo de masas. Es un África auténtica, de tinte dramático, por la que Italia y toda la tierra de Abruzzo están trabajando con mucho empeño.
Traduccion de Carmela Presenza
[1] Gianni Melilla, “En África. Experiencias de Cooperación Internacional” – [1] Ediciones Tracce y Fundación Pescarabruzzo