España es ese país de sol, playa, gente afable, buena comida, fútbol y… Golf. Sí, han leído bien, pese a que este deporte no es el más conocido a nivel mundial y tampoco en el país del Viejo Continente, es uno de los deportes que más turismo atrae a sus ciudades, por delante del fútbol o el baloncesto. En Europa, esto del golf siempre se consideró un deporte elitista, otros ni tan siquiera lo han considerado deporte, pero la aparición en Rio 2016 como deporte olímpico hará que el deporte del “palo y las bolitas” sea considerado Deporte, con todas las de la ley.
El golf español es más conocido fuera de sus fronteras que dentro, y si no... ¿Quién no conoce el puro de Miguel Ángel Jiménez o al “niño” Sergio García? Tanto es así que este deporte es uno de los favoritos entre los extranjeros que pasan las vacaciones en España: el 28,5 % de los europeos prefieren jugar al golf en un país que no tiene, apenas, tradición golfista. Son los campos de Portugal (17 %), Reino Unido e Irlanda (16 %) quienes acompañan en el podio a los campos españoles.
El buen tiempo del país ibérico hace que los turistas disfruten de sus playas, del sol y del buen tiempo a la par que juegan al golf, pero como recuerda la web de Turismo de España “no deje pasar la ocasión de acercarse a nuestra cultura, un legado inmenso que le espera en forma de arte, monumentos, folclore, tradiciones”. Además de ser un deporte que es mucho más agradable con buen tiempo y que se juega al aire libre, es el deporte por antonomasia de los negocios, o así lo dejan caer varios empresarios españoles. “Entre put y put y entre hoyo y hoyo, siempre puede salir un negocio”, dicen uno de los empresarios más importantes del país cuando se le pregunta.
Entre los 20 clubes más importantes del mundo, nueve son españoles, y uno de ellos es el que diseñó Seve Ballesteros. Acompañando a éste se pueden encontrar dos diseñados por Robert Trent. Uno (el Valderrama) fue sede de la Volvo Masters durante 10 años, y otro (Son Gual) es sede del European Senior Tour.
El golf en España siempre ha estado en entredicho. La mayoría de los campos se encuentran en zonas turísticas de playa y buen tiempo, pero con el problema de la sequía siempre han necesitado agua para regarlos, algo que a la opinión pública de los noventa nunca sentó bien. Según un estudio de HSBC, los campos de gol acabarán siendo un "centro de conocimientos" en la gestión del agua, la conservación y la biodiversidad en el año 2020. Ya hay campos en España que se gestionan con agua reciclada o con energía solar.
Tras las grandes sumas de dinero que deja este deporte en el país, entre 170 y 230 euros por día y turista -más del doble de lo que gasta un turista convencional- la crispación se ha tornado en apoyo al mundo del golf. Con la creación de grandes complejos que incorporan campos de golf y minigolf, con la creación de medios de comunicación que hablan de este deporte y con el apoyo del gigante de las comunicaciones Canal+ (ahora Movistar+) creando Canal+ Golf (ahora Movistar+ Golf), el deporte puede empezar a renacer en este país. Tiger Woods sigue siendo el golfista más conocido en España y en el mundo entre la población joven pero parece que gracias a las redes sociales, cada día más, golfistas como “un tal Spieth o McIlroy” empiezan a hacerse un hueco en el imaginario popular.
En España nadie se siente orgulloso de jugar al golf, de verlo o de practicarlo, sigue siendo un deporte para las élites y el país sólo se enorgullece cuando los éxitos (que son pocos) van asociados a nombres españoles como aquella Ryder de 2012, el Milagro de Medinah, donde Europa fue inspirada por Seve Ballesteros para remontar y ganar a Estados Unidos. Aquel día, el golf en España supuso un punto de inflexión y el mundo entero reconoció que “gracias” a un jugador español Europa reinaría por dos años en el mundo del golf.