Ser freelance tiene sus ventajas (también desventajas, no nos engañemos) pero, seguramente, la mejor de todas sea la movilidad de la “oficina”. Con tan solo un móvil y un ordenador podemos poner en marcha nuestro centro de operaciones a pleno rendimiento.
Lo normal es organizar la agenda de tal forma que el trabajo individual de “oficina” pueda hacerse de forma continuada desde casa. Pero, ¿qué pasa cuando reuniones o presentaciones parten la jornada? ¡Impensable no aprovechar esas horas que quedan colgadas! Es en esos días cuando necesitamos lugares donde seguir adelantando trabajo entre una cita y otra. Y aunque “cualquier” lugar vale (yo he trabajado en el coche, en la sala de espera de médicos y hasta en un banco en plena calle…) lo cierto es que cuanto más acogedor y cómodo sea, mejor. Y si, además, tiene Wifi, ya es la bomba.
La oferta de locales en Madrid es innumerable, pero hay algunos que por ese je ne sais quoi son más especiales y se encuentran en el ranking de los favoritos.
[h] arina
Este concepto de panadería-cafetería se ha convertido en (casi) un clásico de Madrid. Sobre todo su local de la Plaza de la Independencia, que desde que abrió sus puertas (y ya ha llovido) no para de tener adeptos. Su diseño minimal en un total white y sus vistas a la Puerta de Alcalá hacen que los desayunos de trabajo y tentempiés a media mañana o tarde sepan a gloria bendita. Además, sus panes recién hechos son de los más ricos que he probado, sobre todo el de centeno con pipas de girasol y el de nueces y pasas. Plaza de la Independencia, 10.
Palacio de Cibeles
Es una de las joyas de la capital que no solo sirve para el deleite de los turistas, también está a disposición de los trabajadores de Madrid. Varias de sus plantas cuentan con amplias mesas para trabajar en equipo, zona de sofás para conversaciones más distendidas, espacios privados para el trabajo individual… Y todo ello con aire acondicionado, prensa del día y unas maravillosas vistas a Cibeles y el inicio de la Gran Vía. Plaza de Cibeles, 1.
Federal Café
Espacioso y muy luminoso, este café de inspiración nórdica es, además de perfecto para pasar un rato delante del ordenador, uno de los puntos de encuentro más concurridos de la capital. Cuenta con una gran mesa para poder tener reuniones de grupos reducidos y también mesitas individuales o barra frente al ventanal (mi lugar favorito cuando voy sola para pensar mientras veo la gente pasar). Plazuela de las Comendadoras, 9.
El Huerto de Lucas
No solo se trata de uno de los mercados de abastos orgánicos de moda de Madrid, donde poder comprar productos 100% orgánicos de la más alta calidad, también es un lugar muy especial para trabajar unas horas fuera de casa. Las ideas fluyen mejor mientras te tomas un delicioso (y saludable) café o té ecológico (tienen más de 20 tipos) o uno de sus zumos terapéuticos. Y lejos de ser ruidoso, como aparentemente son los mercados, en él reina la calma y huele a fresco; es como estar en una isla de naturaleza en medio de la gran ciudad. Calle San Lucas, 13.