La ciudad de Luján, situada a unos 75 kilómetros al oeste de Buenos Aires, es conocida por ser un centro de peregrinación muy importante de Argentina. Cada año se realizan varias peregrinaciones. Quizá la más pintoresca sea la peregrinación gaucha, pero la más grande en cantidad de caminantes es la de los Jóvenes en el mes de octubre. Miles de personas de todas las edades caminan desde Buenos Aires hasta Lujan por una ruta ya establecida.
El objetivo de la caminata es alcanzar la Basílica de Luján. Hay tantas razones para hacerlo como peregrinos, pero el factor común es la solidaridad entre viandantes, voluntarios e incluso vecinos que salen a alentar a los caminantes.
Si bien la actual basílica comenzó a construirse en 1890, su historia comienza en 1630. Cuenta la leyenda que un hacendado de Córdoba mando a traer una imagen de la Virgen desde Brasil, pero le enviaron dos. Los arrieros que las transportaban hicieron un alto en el camino para pasar la noche. Al día siguiente, no pudieron mover la carreta con las imágenes. Quitaron una de las imágenes y la carreta se movió sin dificultad. Los dueños de la estancia donde sucedió esto entendieron, que habían presenciado un milagro, decidieron construir una rustica capilla para venerar esa imagen, abierta para todos los peregrinos y fieles de la zona.
En 1671, una acaudalada mujer mando a construir un oratorio de material en sus terrenos, donde en 1675 se trasladó la imagen de la Virgen. Ello dio origen a la fundación de la ciudad de Lujan. Han quedado registrados varias curaciones milagrosas de enfermos que pidieron ayuda a la Virgen de Lujan y, desde entonces, millones de fieles han suplicado la intercesión de la Virgen para solucionar sus problemas. La primera peregrinación oficial organizada se realizó en 1871 para agradecer el fin de la epidemia de fiebre amarilla que asoló a Buenos Aires.
La actual basílica es de estilo neogótico. La piedra fundamental fue colocada en 1890. El fabuloso órgano fue traído de París e inaugurado en 1910. En 1930, con motivo del tricentenario de Lujan, la Virgen de Lujan fue proclamada patrona de Argentina, Uruguay y Paraguay.
En estos tres siglos, casi cuatro, millones de personas han pasado por el pórtico, se han reclinado ante la Virgen, han hecho pedidos y cumplido promesas. No importa si a uno no lo mueve la fe religiosa, la basílica es imponente y vale la pena visitarla y entender la historia que hay detrás.