El Museo del Prado y la Fundación AXA presentan “Goya en Madrid”. Una exposición que propone un novedoso acercamiento a los cartones para tapices de Goya, el encargo que determinó la llegada del artista a la corte y su establecimiento definitivo en Madrid. A esta actividad dedicó dos décadas de su carrera entre 1775 y 1794, tiempo en el que se tejió su prestigio como pintor de cámara y académico. A diferencia de la presentación habitual de esta serie de obras, organizada según la estricta relación con los ámbitos para los que fueron destinadas, la muestra actual compara y enfrenta entre sí los cartones por temas, relacionándolos a su vez con la obra de sus contemporáneos (Mengs, Tiépolo, Bayeu, Maella, Paret o Meléndez) y del pasado (Tiziano, Rubens, Teniers o Velázquez) que pudo estudiar en la Colección Real y que sirvieron de modelo para sus propias creaciones.
Un recorrido temático compuesto por ciento cuarenta y dos obras que pone de manifiesto cómo los cartones para tapices son uno de los núcleos fundamentales para profundizar en el conocimiento del genial maestro.
En las salas A y B del edificio Jerónimos, el Museo del Prado y la Fundación AXA presentan “Goya en Madrid”, una exposición que revisa el extraordinario conjunto de los cartones para tapices de Goya para evidenciar la conexión del artista con el pasado y su contemporaneidad, explicando, al mismo tiempo, cómo la riqueza de composiciones, figuras y expresiones que aparecen en estos lienzos constituyen el germen de sus creaciones posteriores, en pinturas de gabinete, dibujos y series de estampas. De ese modo, las distintas secciones de la muestra seleccionan asuntos, escenas y composiciones que están presentes en la pintura decorativa de todos los tiempos, especialmente en los ámbitos cortesanos, pero que Goya interpreta según su particular visión del mundo en estos cartones para tapices, pinturas al óleo sobre lienzo que eran los modelos usados por los oficiales de la Real Fábrica de Tapices para tejer estas obras.
La exposición presenta los cartones para tapices de Goya, así como las obras del resto de los artistas representados, de un modo radicalmente distinto al habitual en la colección permanente en la que se muestran siguiendo el orden cronológico de las series y los ámbitos para los que fueron destinadas. Una extraordinaria ordenación, estructurada ahora a través de ocho secciones temáticas que revela al público algunos aspectos técnicos de estas obras y pone de manifiesto varias de las líneas de investigación que se seguirán desarrollando en los próximos años, valorando así los cartones para tapices de Goya como uno de los conjuntos más importantes y decisivos para el entendimiento de sus ideas y de la evolución de su arte.
La exposición, que comienza con los asuntos de caza, muestra tanto el mundo de su tiempo como los intereses del artista a través de las clases sociales, el mundo infantil, el baile y la música, o la crítica de asuntos contemporáneos, como el matrimonio desigual. Temas, composiciones y actitudes que se compararán con obras de sus predecesores como Tiziano, Velázquez o Rubens, pero también con pinturas, esculturas y dibujos de otros artistas que trabajaron para las decoraciones reales en la segunda mitad del siglo XVIII como Francisco y Ramón Bayeu, José del Castillo y Mariano Salvador Maella. Una comparación que revela el modo distinto en el que Goya recrea la sociedad y la vida de su tiempo según su propia visión de la realidad y de modelos que han quedado cristalizados en el imaginario colectivo de lo español y, sobre todo, de lo madrileño: los majos y las majas, a los que en composiciones como La merienda, La riña en la venta nueva, El cacharrero, La vendimia o La nevada, Goya dota de un carácter universal.
Los primeros avances de las investigaciones que sobre estas obras está realizando el Museo del Prado se hacen accesibles al público en esta exposición al mostrar por primera vez el cartón de Goya, Cazador cargando su escopeta. Este lienzo ha sido sometido a una compleja y completa restauración para separarlo de otro al que estaba unido mediante forración desde 1933. Las dos obras configuraban una sola escena que puede contemplarse en la muestra a través de una reproducción: la parte izquierda corresponde a un cartón de Matías Téllez, Zorro cogido por un cepo, y la derecha, a uno de Goya, Cazador cargando su escopeta, que en ese momento se consideraba de Ramón Bayeu. La radiografía y la reflectografía infrarroja expuestas muestran claramente la unión entre ambos lienzos y permiten apreciar también el recorte de la figura del perro del cartón de Goya. La restauración ha permitido recuperar la composición realizada por el maestro aragonés restituyendo la figura del perro a su emplazamiento original.
Por otro lado, la Vista de la ciudad de Zaragoza de Juan Bautista Martínez del Mazo, tras su reciente restauración, se exhibe en esta muestra con sus dimensiones originales al tapar con un marco de nueva factura las franjas añadidas, probablemente, en el siglo XVIII. Durante el proceso de limpieza la obra ha recuperado su riqueza y variedad cromática, lo que se ha traducido, entre otras cosas, en una lectura mucho más clara de sus relaciones espaciales.
Ambas restauraciones se inscriben dentro del Programa de Restauración del Museo que cuenta con la Fundación Iberdrola como miembro protector.
La exposición contará además con el apoyo de algunos dispositivos multimedia desarrollados con Samsung como “colaborador tecnológico” del Museo, entre ellos, la posibilidad de disfrutar de una cuidada selección musical con criterios cronológicos y temáticos estrechamente ligados a la muestra a través de una aplicación multimedia e interactiva con la ayuda de auriculares y tablets.
“Goya en Madrid” coincide con el proceso de renovación, inscrito en el Programa de Reordenación de Colecciones, que se llevará a cabo en las salas de la segunda planta sur del Museo que albergan las colecciones de tapices de Goya y de pintura española del siglo XVIII.
Comisarias: Manuela Mena, Jefe de Conservación del siglo XVIII y Goya, y Gudrun Maurer, Conservadora del Área Pintura del siglo XVIII y Goya del Museo del Prado