Escribir sobre uno mismo nunca es fácil. Pueden pasar minutos frente a la pantalla, viendo titilar el cursor, mientras se piensa qué decir de uno mismo. Después de ese tiempo, estas son las cosas que se me ocurrieron.

Nací en la ciudad de Bogotá, Colombia, en un domingo lluvioso. Podría decirse que mi llegada al mundo fue en un escenario perfecto para comenzar el guion de una película o la descripción romántica de una novela. Mi infancia estuvo marcada por los medios audiovisuales y la lectura, ya que provengo de una familia de periodistas por parte materna. Crecí al lado de una mujer maravillosa apasionada por la lectura, quien me inculcó el amor por los libros, algo que le agradezco enormemente. Gracias, mamá. Pero ya me estoy desviando del punto.

Como decía, gracias a estas influencias, empecé a escribir poesía desde muy pequeña. Sin embargo, no me detuve mucho en ello y me enfoqué más en crear historias. Pasaba horas imaginando mundos alternativos, personajes fascinantes y tramas cautivadoras. A medida que crecía, mi pasión por la narrativa se fortalecía, y comencé a escribir cuentos y relatos más largos.

Ahora, vamos al presente. Soy productora audiovisual. Se veía venir. Comencé muy joven como presentadora de algunos programas infantiles y luego, al finalizar mis estudios, me dediqué al trabajo detrás de cámaras. Descubrí que mi verdadera pasión residía en dar vida a las historias, en capturar momentos únicos y en transmitir emociones a través de la pantalla.

Este camino me llevó a cumplir un sueño de mi niñez: conocer Corea del Sur. Allí, trabajé en una disquera, en medio de un ambiente totalmente diferente al que crecí. Aprendí cosas maravillosas sobre la cultura, la música y la vida cotidiana en este país asiático. Experimenté el choque cultural y me sumergí en una realidad completamente nueva. Este viaje me cambió profundamente y amplió mis horizontes tanto personal como profesionalmente.

Fue durante mi tiempo en Corea del Sur que comencé a reflexionar sobre la escritura como algo más que un simple pasatiempo. Me di cuenta de que era una forma poderosa de expresión, una herramienta para compartir experiencias, ideas y emociones con el mundo. Decidí que quería dedicar mi vida a contar historias, ya sea a través de la pantalla o en las páginas de un libro.

Así que regresé a mi ciudad natal con una nueva determinación. Me sumergí en el mundo de la producción audiovisual con renovado vigor, buscando oportunidades para crear contenido significativo y emocionante. También retomé mi pasión por la escritura, dedicando tiempo a desarrollar mis habilidades y explorar nuevos géneros y estilos.

Hoy, me encuentro en un punto emocionante de mi carrera. He trabajado en una variedad de proyectos audiovisuales, desde cortometrajes independientes hasta producciones comerciales a gran escala. Cada día es un nuevo desafío, pero también una nueva oportunidad para aprender y crecer como profesional.

Además, recientemente he dado un paso importante en mi carrera como escritora. Publiqué mi primer libro, titulado "El Destino de las Brujas: La Última Esperanza", en una plataforma online. Es un logro del que me siento muy orgullosa y que marca el comienzo de una nueva etapa en mi vida como autora.

Aunque el camino no siempre ha sido fácil, estoy agradecida por cada experiencia que me ha llevado hasta aquí. Cada obstáculo superado y cada logro alcanzado ha contribuido a mi crecimiento personal y profesional. Siento una profunda gratitud por todas las personas que han sido parte de mi viaje, desde mi familia y amigos hasta mis colegas y mentores.

Mirando hacia el futuro, tengo grandes sueños y ambiciones. Quiero seguir contando historias que inspiren, emocionen y provoquen reflexión en el público. Quiero explorar nuevos territorios creativos y desafiarme a mí misma a alcanzar nuevas alturas en mi carrera. Y, sobre todo, quiero seguir disfrutando del viaje, sabiendo que cada paso que doy me acerca un poco más a cumplir mis sueños.