En el trabajo de Pierre Descamps se reconoce un interés por los estándares de la fotografía alemana de mediados de la segunda mitad del siglo XX, una gramática sobria y formalista basada en un respeto al orden. Sin embargo, bajo esta cultura racionalista de estética rígida, subyace una preocupación en el ámbito de lo social. La contracultura del skate —de la que el artista forma parte—presupone además la búsqueda de un dinamismo en los espacios púbicos que permitan su utilización y la interacción comunitaria. En los últimos años el artista franco-alemán ha emplazado esculturas no presupuestas como tales por los transeúntes en diversos puntos de Berlín: parques, plazas, estaciones y zonas marginales. Al contrario de lo que cabría pensarse, el fin no es registrar las interacciones en ese entorno alterado sino reconocer la erosión o la transformación que esas conexiones han propiciado en las obras ahí dispuestas, dejando a la deriva las experiencias manifiestas de las personas. El resultado se formaliza en un medio gráfico —el póster—que incluye una imagen de la escultura, así como el lugar y las fechas de su inclusión y de su retirada, dejando constancia del evento social, con su posible consideración elitista en otro contexto.

Déjà-vu (Kottbusser tor) es una escultura de cemento escalonada que formó parte del mobiliario urbano durante dos años en una zona de Berlín marcada por altos índices de drogodependencia y personas sin hogar. El deterioro progresivo de la pieza dio lugar a su retirada. El artista, que se dedica también al oficio de la restauración, en lugar de reformar la obra bajo los estándares y rigidez profesional a los que se ven abocados regularmente en esta actividad, transforma la obra enteramente, rehusando una reparación superficial y la emplaza esta vez en un lugar de una idiosincrasia social muy diferente.

La exposición se complementa con otro tipo de material gráfico: una serie de invitaciones numeradas dispuestas sobre el suelo. ¿Son acaso vestigios de un evento previo? El espectador ahora dispone de nuevos recursos para interactuar con la obra, abordando la transición entre lo público y lo privado, donde los errores se asumen a través de las alteraciones materiales y las connotaciones relacionales.