Intesa Sanpaolo ha abierto la exposición centrada en Sir William y Lady Hamilton, comisariada por Francesco Leone y Fernando Mazzocca, dedicada a un extraordinario protagonista del universo cultural napolitano del siglo XVIII, embajador inglés en la corte de Fernando IV de Borbón, y además a la figura, en algunos aspectos legendaria, de Lady Emma Hamilton.
El capítulo histórico recordado en esta cita, organizada con el patrocinio del Ayuntamiento de Nápoles y de la Universidad Federico II de Nápoles, presenta 78 obras entre pinturas, cerámicas, esculturas y manufacturas procedentes de importantes museos nacionales e internacionales como el Palacio Real de Caserta, Cartuja y Museo de San Martino de Nápoles, Tate y British de Londres, Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid y la Galería Nacional de Arte de Washington, al igual que de diversas colecciones y galerías privadas.
Basado en los fundamentales estudios de Carlo Knight y en la gran exposición de 1996 del British, la exposición retoma valorizándola la vicisitud humana, política e intelectual de Hamilton, diplomático, anticuario y vulcanólogo, que con su poliédrica personalidad, encontró en la “iluminada” Nápoles de la segunda mitad del siglo XVIII un terreno fértil para seguir y llevar a cabo sus grandes pasiones: el pasado y la ciencia.
De hecho, las secciones en las que se desarrolla el recorrido expositivo resaltan su gran interés por la vulcanología, la pintura paisajística, la música, el coleccionismo además del papel asumido en la sociedad y en la mundanidad napolitana de la época, extendido a la sugestiva figura de Lady Emma Hamilton. La pasión de William Hamilton por la antigüedad se concretizó en la constitución de una propia original colección de vasijas griegas pintadas, algunas de ellas exhibidas en esta ocasión, procedentes de Herculano, de Pompeya, de la Italia sureña y de Grecia. Cabe recordar que la venta al British de una parte de este núcleo artístico en 1772, asumió un aspecto decisivo en el coleccionismo anticuario y en el gusto británicos.
Se da a conocer su original iniciativa para realizar y publicar uno de los libros ilustrados más bellos y famosos de todos los tiempos, Antiquités étrusques, grecques et romaines. Se trataba de un excepcional conjunto de quinientas tablas grabadas y decoradas, acuareladas a mano en rojo y negro con retoques en blanco y celeste, que reproducían las pinturas figuradas en las vasijas. Los textos de los tomos fueron redactados por el gran erudito Pierre-Francois Hugues d’Hancarville, que se valió de la participación nada más y nada menos que de Johann Joachim Winckelmann.
Con esta publicación, Hamilton quería ofrecer algunos modelos a los artistas contemporáneos, convirtiendo la pintura de jarrón en la principal inspiración para el llamado “estilo lineal”, que caracterizó a los artistas más experimentales y originales del Neoclasicismo como el ilustrador Josiah Wedgwood, propietario de las homónimas manufacturas.
Una sección consistente, que podríamos llamar “frívola” rememora la personalidad de Lady Hamilton: tras el fallecimiento en 1782 de la primera esposa, Hamilton protagonizó la sociedad más exclusiva gracias a su segunda boda con Emily Lyon, más conocida como Emma Hart, la célebre aventurera que disfrutó de una grande influencia, incluso a nivel político por sus relaciones con la reina María Carolina y por la escandalosa relación con el famoso almirante Horatio Nelson. Los magníficos retratos de la segunda señora Hamilton le devuelven el encanto a Emma, inmortalizada también por algunos pintores de la época representando algunas figuras clásicas y mitológicas. Fue así como llegó a nutrirse la imagen de una mujer que entró en la leyenda por su resplandeciente belleza, por su espíritu y por la desprejuiciada libertad en sus vivencias. Se hizo famosa por las poses que tomaba escenificando para sus huéspedes algunos tableaux vivants (cuadros vivientes) en los que evocaba las divinidades y las heroínas del mundo clásico.
No podía faltar la proyección de un vídeo realizado por la Fundación Cineteca italiana, que recoge las imágenes cinematográficas que mejor narran la historia de la mítica Lady Hamilton.
El contenido añade el tema del viaje: un momento decisivo de Hamilton fue la visita que le hizo en 1787 Johann Wolgang Goethe, durante su conocido Viaje en Italia junto con los traslados del embajador en las tierras de Calabria y Sicilia, animado por su curiosidad y su pasión científica por los fenómenos naturales como los volcanes y movimientos sísmicos. De estos intereses encontramos un excepcional testimonio de los tomos titulados Campos Phlegraei editados en Nápoles en 1776, así como Account of the great eruption of Mount Vesuvius, ilustrados por el pintor Pietro Fabris, su acompañante en las excursiones a las faldas de los volcanes Vesubio y Etna, que documenta la vocación científica y el interés por la naturaleza de Hamilton, hasta tal punto de convertirse en promotor y coleccionista de la pintura paisajística.
Un capítulo histórico-científico-cultural, teñido de “rosa”, durante el reinado de Fernando IV de Borbón, rey de Nápoles, protagonizado por un ilustre personaje y su fascinante segunda esposa.