La inteligencia artificial o IA es un tema muy comentado. Su uso se ha traslado a casi todos los ámbitos de nuestra vida y en algunos casos, la utilizamos para hacer ciertas tareas.

Es una tecnología que está al alcance de todos los usuarios pero, ¿De verdad sabemos cómo usarla correctamente? En la mayoría de casos no. Solo la usamos para que nos ayude a crear trabajos para clase, hacer estudios de mercado, campañas de marketing y tareas que podríamos realizar nosotros pero que nos llevaría mucho tiempo.

En ese sentido está genial apoyarnos en la IA. Que algo nos facilite la vida es una ventaja y de agradecer. Aunque es posible que muchos puestos de trabajo puedan desaparecer por culpa de esta tecnología tan “beneficiosa”.

Actualmente se pueden crear todo tipo de imágenes basadas en lo que nosotros le digamos a una máquina y ésta nos la realiza en segundos. Sí, es posible que te creas Picasso o incluso Warhol, pero la realidad es que no sabes si la imagen es correcta y/o está proporcionada. La IA aún no está perfeccionada y comete muchos fallos. Aun así debes tener unos conocimientos previos para saber si puedes usar "esa" imagen y que no se vea “falsa”.

En la moda pasa exactamente igual. La IA puede ayudar a los diseñadores a explicar sus ideas, cuándo no saben dibujarlas o tienen un bloqueo creativo, pero siempre será el diseñador el que tenga la última palabra y el que decidirá si esa imagen creada por un ordenador es viable en la vida real.

Podemos ver un vestido espectacular con miles de colores pero, te surgen varias preguntas en el proceso. ¿Esa tela cuál es? ¿Puedo tener ese mismo tono? ¿La caída de la tela es la misma que yo voy a conseguir con la que yo elija? ¿Se puede hacer ese modelo con patronaje y que quede exacto?

La IA no te va a responder a eso porque no vive en el mundo real. Es un diseñador junto con un equipo de confección los que van a decidir que esa imagen espectacular que queda preciosa en redes sociales, se pueda llevar a cabo.

Y lo mismo pasa a la hora de crear estampados. Necesitas a alguien detrás que sepa hacer que ese estampado cuadre y se vea real en una tela. Que los colores encajen con el tipo de material, para conseguir la saturación y tonalidad que estás buscando.

No dejemos que la IA nos asuste con eliminar puestos de trabajo y veámosla como una herramienta más. Por mucho que llegue una persona que no tenga ni idea de moda y tenga unos diseños increíbles creados con IA, jamás va a saber cómo se trabaja la prenda para que luzca exactamente a esa espectacular imagen. Los estudios de moda, confección y patronaje van a ser esenciales para que las imágenes generadas por esta tecnología luzcan de la misma forma en la imagen real.

Por lo tanto, no tenemos que asustarnos, al menos de momento, en que la IA quite puestos de trabajo. Solo hay que saber usarla en nuestro favor para facilitarnos la vida. No dejemos que nos vuelva vagos e inútiles. Tenemos que seguir aprendiendo de forma orgánica, yendo a clases de dibujo, costura, tocando telas y aprendiendo a cómo usarlas para que a la hora de crear, tanto si eres un diseñador de una marca internacional como una persona que se hace su propia ropa, puedas hacer realidad esas imágenes como te las imaginabas o como te ha mostrado la IA.

La IA te ayuda pero, la verdadera inteligencia es la que habita dentro de tu cabeza y a la que más hay que escuchar.