El sur de Argentina no solo se destaca por su increíble naturaleza, paisajes, gente, sino también tiene un atractivo muy interesante y son los frutos rojos o «fruta fina» como la misma provincia los llama.

Se encuentran frutos como las cerezas, casis, grosellas, moras, frambuesas y frutillas o fresas. Todos frutos que se dan desde la temporada de primavera hasta finales del verano. No solo se consumen naturales, sino hay variedad de usos que se dan con estos frutos, desde mermeladas, conservas, licores y hasta llegan a ser parte de productos cosméticos. A continuación, se verá un poco más de cerca cada fruto, el uso, sus temporadas y algunas cosas específicas de cada uno.

Las cerezas se dan en los meses de noviembre y diciembre, el clima y el suelo permite que su fruto esté en su momento perfecto para el mes de enero. Tienden a tener un sabor dulce y son usadas para la preparación de postres, pasteles y en ocasiones usadas en aderezos para platos salados. Las cerezas son ricas en antioxidantes, especialmente antocianinas, que les dan su color característico, también contienen vitamina C, potasio, y son bajas en calorías.

Casis o grosella negra, esta empieza a estar lista para ser recolectada en los meses de verano avanzado, febrero y marzo, tiene un sabor que tiende a ser más dulce que la grosella roja o blanca, sin embargo, su sabor combina el dulce y el ácido, siendo una característica diferencial respecto al resto de frutas finas. El casis se usa no solo para mermeladas, sino se destaca por ser usado en licores. Contiene pequeñas cantidades de vitamina A, hierro y potasio.

Grosella blanca y grosella roja, frutos provenientes de arbustos del género ribes. Se destaca por tener un sabor ácido y dulce al igual que la grosella negra o casis. Se da en la temporada de verano y al igual que las anteriores, se presta para alimentos dulces o salados. Es usada habitualmente para la decoración por ser una planta de mucho color y frondosidad.

Moras o «murras», como la llaman los patagónicos. Este es de los frutos rojos más conocidos, si bien se dan en muchas partes del mundo, en la Patagonia se da por las condiciones climáticas frescas y por el suelo adecuado que produce su cultivo. Las moras también se recolectan en mayor medida en los meses del verano. Hay moras rojas, negras y azules y se dan dependiendo del suelo en el que crecen. Es un antioxidante natural y ayuda a las enfermedades del corazón.

Las frutillas o fresas son frutos rojos que se dan de la misma manera que las moras, en diferentes partes del planeta. Se destacan por su sabor más dulce, esta es una fruta que una gran cantidad de población reconoce. Las mermeladas de frutilla son de las más dulces del resto de variedades anteriormente nombradas. Las temporadas de cosecha se da en su mayoría en la primavera y el verano, sin embargo, siempre puede depender del lugar donde se produzca. Uno de los usos más comunes en los que se aprovecha el sabor de la frutilla son la repostería y la panadería. Contiene nutrientes como vitamina K, ácido fólico y manganeso.

La «fruta fina» de la Patagonia argentina destaca como uno de los productos agrícolas más sobresalientes, no solo por la abundancia que se puede recolectar durante su temporada, sino también por la diversidad de preparaciones que permite. Durante estos meses, los residentes urbanos se dedican a aprovechar los frutos de diversas maneras para recibir a los visitantes, cautivándolos con sus sabores y contribuyendo así a la economía de las diferentes provincias.