Lulu se complace en presentar una exposición individual del pintor costarricense, radicado en San José, Federico Herrero.
El trabajo de Federico Herrero responde al entorno urbano de la ciudad. Lo que hace él se posiciona como una refutación directa para aquellos que asumen que la pintura es irrelevante, elitista o preciosa. La pintura, su trabajo sostiene, no es algo removido, sino profundamente relacionado con la vida cotidiana de una ciudad que toma lugar en aceras, edificios, señales de tráfico, y sobre una multitud de otras superficies encontradas en todos lados. Es integral para nuestra percepción sensual y semiótica del mundo. En aquello que él crea, la pintura es propensa a comportarse como lo hace en un ambiente urbano. Es por este motivo que trabaja con acrílico, óleo, pintura en aerosol y tinta, y que sus pinturas a menudo rebasan el lienzo y se extienden hacia fuera, al entorno de la galería o la exposición misma.
Su lenguaje formal se extiende más allá de las tradiciones del abstraccionismo latinoamericano y del occidente europeo. Formas brillantes, multicolores, e irregulares se amontonan voluntariamente una sobre la otra a manera del crecimiento urbano que puede desarrollarse en una ciudad. En efecto, lo que él representa puede, por momentos, ser leído como una visión topológica del mundo vista desde la perspectiva de un ave, y en otros momentos, es un paisaje de perfil, dividido por una línea de horizonte. De esta manera, el trabajo posee la habilidad de existir dinámicamente en varios planos pictóricos a la vez, como paisaje, retrato, y el plano perfectamente llano de la pintura. Dicho esto, por todo su compromiso con la vida pragmática y cotidiana de este medio, aquello que él hace no puede ser limitado a descripciones tan funcionales: una cualidad altamente personal, si acaso idiosincrática, que permea gozosamente todo lo que produce, haciéndolo irreducible a cualquier tipo de ilustración.
Para esta exposición en Lulu, Herrero se concentrará en un aspecto de su producción menos conocido: pintura de pequeño formato. Destacado por trabajar en una variedad de escalas predominantemente grandes, Herrero aquí se permite una versión más doméstica de su práctica. El trabajo recorre desde sus más antiguas proliferaciones de imágenes, hacia campos de color mucho más dispersos. Ello ofrece una extraña ocasión para experimentar su trabajo en su versión más destilada, objetual e íntima.
Federico Herrero (n. 1978, San José, Costa Rica) vive y trabaja en San José, Costa Rica. Ha presentado exposiciones individuales e instalaciones públicas en Nueva York, São Paulo; San Francisco; Dusseldorf, Alemania; Kanazawa, Japón; Tokio; Ciudad de México; y Londres. Algunos de sus proyectos institucionales más recientes incluyen Tempo aberto, Museu de Arte Contemporânea de Niterói, São Paulo (2019); Open Envelope, Witte de With, Róterdam, Países Bajos (2018); y Alphabet, una instalación de sitio específico para el atrio del Museum of Contemporary Art Chicago (2018). Herrero recibió el Premio Artista Joven en la 49ena Bienal de Venecia (2001) y su trabajo está en colecciones permanentes de numerosas instituciones que incluyen el Tate Modern, Londres, Reino Unido; Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, Madrid, España; y el Museo Guggenheim, Nueva York, NY. Herrero también es fundador de Despacio, un espacio de arte contemporáneo en su nativo San José, el cual es una fuerza importante en el continuo desarrollo de la voz artística centroamericana.