El Museo de Arte de Lima presenta “Museo”, una exposición del reconocido fotógrafo peruano Juan Enrique Bedoya (Lima, 1966), reúne dos conjuntos de imágenes que registran espacios expositivos de diversa índole, realizados por el artista entre la década del noventa y el año 2018. Bedoya presenta una aguda mirada a la desacralización de la experiencia museal en el mundo contemporáneo, la evolución del coleccionismo y el mercado del arte. La muestra podrá visitarse del 4 de abril al 21 de octubre en la sala 2 del MALI (primer piso).
Juan Enrique Bedoya es uno de los artistas más interesantes de su generación. Desde fines de los ochenta incursionó en el campo de la fotografía, inicialmente retratando sujetos y espacios de Lima marcados por una estética ‘popular’ hasta entonces ausente en el imaginario artístico y cultural de la ciudad. A lo largo de los años Bedoya ha desarrollado múltiples proyectos en los que los límites del medio fotográfico –en particular como éste era entendido en términos modernos por una generación previa de artistas trabajando en fotografía– se difuminaban de modo intencional. Luego de más de treinta años de trabajo su interés por las distintas aristas de la cultura de masas adquiere un nuevo cariz en MUSEO.
La exhibición incluye el despliegue monumental de un conjunto de 179 imágenes tomadas por Bedoya entre inicios de la década de 1990 y el año 2018 en espacios expositivos de Perú, Estados Unidos y Europa –desde museos históricos, rurales o temáticos; hasta galerías y salas de arte contemporáneo– que evocan la idea del “Museo Imaginario” de André Malraux, y en su conjunto, plantean cuestiones sobre el cambiante carácter del espacio museal.
Las fotografías que rodean la totalidad de la sala se encuentran acompañadas de una cuidada museografía –concebida por el artista como parte integral de la propuesta– con mesas y vitrinas en las que se despliegan objetos y documentos. Se trata de una gran instalación en la que el artista es no solo de creador de imágenes, sino que asume el rol del curador y museógrafo para el desarrollo de un pequeño museo al interior del museo.
En MUSEO Bedoya logra que la ficción y la realidad, lo riguroso y lo absurdo, se den la mano en un ambiente donde se condensa una breve historia de la museología, en un museo de sus propias obsesiones.