En la obra de Leonor Antunes la materialidad y la forma son elementos con contenido simbólico e histórico. Lejos de ser un medio o herramienta, los materiales que utiliza y las composiciones de sus instalaciones escultóricas son resultado de un proceso de investigación que le permite indagar y reflexionar en torno a los modos de producción manual, losmateriales, las formas y los patrones contenidos en objetos del diseño y la arquitectura modernista.
Para su exposición en el Museo Tamayo, la artista presenta una serie de obras que dialoga específicamente con la arquitectura del edificio. Las instalaciones atraviesan los interiores del edificio generando ambientes traslúcidos que a su vez crean capas y superposiciones visuales a lo largo de las salas, de modo que las obras terminan por formar un solo cuerpo escultórico en el espacio. Por su parte, el uso de cuerdas modela el espacio entre el piso y el techo, conectando así los puntos vacíos que se generan entre una escultura y otra.
Las obras e instalaciones que conforman la muestra reflejan el interés de Antunes por materiales como el cuero, la madera, el metal y las fibras naturales, que responden a su inquietud por generar encuentros y dislocaciones formales entre las ideas de modernidad y la memoria de la producción manual, misma que detona una relación particular entre cuerpo, contexto, espacio y materia.