"Ataraxia" es la ausencia de turbación. Un estado de serenidad y tranquilidad. Un orden de equilibrio sin perturbación en correspondencia con la razón, los sentimientos y el alma.
En una sociedad como la nuestra, estamos expuestos a una infinidad de condiciones externas e internas que socavan cualquier indicio de moderación y armonía. Lo frágil y efímero de la existencia, los miedos y las amenazas, la pérdida de valores. Nuestro egoísmo Los antojos de poder, riqueza y superficialidad. Las mentiras de la política y el deseo de posicionamiento social. Nuestra inmensa estupidez Nos separan irrevocablemente del control de nuestras pasiones y deseos, nos hacen débiles e incapaces de ser felices.
Para los epicúreos, los deseos están divididos entre lo natural y lo antinatural, es decir, nuestra supervivencia reflexionando sobre lo que nos hace humanos, contra los deseos vanos que producen problemas al alma. Los estoicos nos dicen que la forma de llegar a Ataraxia es alcanzar la libertad y la tranquilidad alejándonos de las comodidades materiales, la fortuna externa, dedicándonos a una vida guiada por los principios de la razón y la virtud. Mantuvieron la creencia de que la primera sustancia se encuentra en el fuego y en la veneración del logos; que se identificaron con la energía, la ley, la razón y la providencia que se encuentran en la naturaleza.
La Ataraxia cruzada quiere ser una representación de nuestro actual estar en el mundo y, un sentimiento absoluto de impotencia ante nuestros propios actos.