El Museo Nacional de Antropología (MNA) presenta la exposición Expendiente Xoc, una extraordinaria muestra de arte rupestre olmeca.
Esta obra escultórica de más de 2 metros, labrada alrededor de hace 2,500 años, presenta una figura humana de pie, ataviada con una suntuosa indumentaria, y cuyo brazo izquierdo está doblado sobre el pecho sosteniendo un objeto.
El rostro de perfil sobresale por la excepcional calidad del esculpido, las características iconográficas son similares al arte olmeca: una máscara o antifaz delimitado por una línea ondulada debajo del ojo que indica un elemento en forma de “U” abarcando la región de la ceja. Debajo de la nariz se identifica una placa bucal con sujetador, del cual emergen dos colmillos curvos: uno que dobla hacia arriba y otro hacia abajo, y la banda basal del tocado tiene una “X” que se conoce como la cruz de San Andrés.
La mayor concentración de esculturas olmecas se localiza en el sur de Veracruz y oeste de Tabasco. Sin embargo, vestigios pétreos de estilo olmeca se encuentran dispersos por buena parte de México y América Central, reconocible en pequeñas esculturas portátiles y en otras de tamaño monumental. Los bajorrelieves sobre roca madre, como el de Xoc, son pocos y convergen hacia la región del Pacífico en Chiapas, Guatemala y El Salvador, con excepción del que se localiza en Los Mangos, Veracruz, y un importante conjunto en Chalcatzingo, Morelos.
Hace casi medio siglo, el bajorrelieve de Xoc fue desprendido de la roca sobre la cual fue labrada, en el sitio arqueológico del mismo nombre ubicado en el municipio de Ocosingo, Chiapas. La pieza desapareció por más de cuatro décadas, hasta que reapareció en 2014, en Paris, Francia. Un año después, gracias a la Asociación de Amigos de México en Francia, fue repatriada a México.
Ahora sabemos que fue seccionada en cuatro fragmentos donde se aprecian las huellas de la sierra utilizada, al igual que los golpes de cincel con los que la debastaron para aligerar su peso para el traslado durante el saqueo y, una vez saqueada, trasladarla a algún sitio.
El bajorrelieve ha sido seriamente afectado y su recuperación es irreversible tal como lo menciona el restaurador Sergio González basado en un estudio de luz ultravioleta, según se observan los resanes que tuvo la pieza para volver a ser montada y soportada por una estructura metálica con resinas que dañaron el posible estuco del que estuvo revestida.
La importancia de esta exposición, donde se exhibe por primera vez luego de más de cuatro décadas, radica en mostrar el bajorrelieve en México, fomentar la importancia del patrimonio arqueológico y mostrar los efectos del saqueo de los bienes patrimoniales de nuestra nación.