La diseñadora Sybilla Sorondo nace en Nueva York en 1963. Es hija de un diplomático argentino y su madre, polaca, fue creadora de moda bajo el nombre Condesa Sybilla de Saks Fifth Avenue.
La joven se trasladó a Madrid con su padre y comenzó a diseñar trajes con la ayuda de una modista que trabajaba en su casa, dejándose llevar por aquello que veía en las tiendas. Antes de cumplir la mayoría de edad, viajó a París y aprendió en el taller de costura de Yves Saint Laurent.
Es en el año 1983, cuando se encontraba de vuelta en la capital, presentó en el pabellón Jacobo Siruela su primera colección, compuesta por 40 vestidos hechos a medida para su círculo de clientes y amigos más íntimos.
Las creaciones de Sybilla evocan un mundo único y al mismo tiempo universal, icónico y elemental, con un cierto aire de eternidad. La inclusión de Sybilla en toda su obra era un deber con la industria de la moda, ya que sus diseños combinan la mejor sastrería, la originalidad y la sencillez y consiguen mostrar, a través de los vestidos, trajes, sandalias y camisas sin artificios, la riqueza de la austeridad.
Hay algo impreciso en las prendas de Sybilla que transmite una esencia muy ajena a las tendencias efímeras que rigen la moda de cada tiempo. Estas prendas son la viva representación de una elegancia sobria y pura.
Es en el año 1985, cuando la diseñadora presentó su primera colección de pret-a-porter en el Salón Gaudí de Barcelona, un lanzamiento que fue todo un éxito y dónde puso a la venta su primera colección de zapatos junto a su amiga Gema, otra diseñadora con la que trabajó para el empresario Rafa Boix y cuyas colecciones se presentaron con gran éxito en las ferias de Milán y Nueva York con la marca Sybilla y Gema. La línea de productos se amplía a accesorios y perfumes y Sybilla firma con el productor Alberto Guardione un contrato de licencia. Es en este momento cuando nace la marca Sybilla.
En 1987, la diseñadora abrió una boutique en la calle Jorge Juan de Madrid y le ofrecen la posibilidad de lanzar una línea de ropa de cama para complementar el resto de sus colecciones.
Febrero de 1988 es una fecha muy clave, ya que con solo 25 años Sybilla recibe la Aguja de Oro de Dafnis y la anterior reina de nuestro país, Doña Sofía, le concede el Premio Balenciaga, que trata de fomentar la expansión y el prestigio de la moda española en el mundo.
Milán, París, Tokio... Sybilla estuvo presente en las principales capitales de la moda con sus diseños, trabajó para Louis Vuitton y creó una línea de trajes de fiesta: Sybilla noche.
En el año 2005, se separó de su firma, vendiendo gran parte de la empresa y cediendo su gestión. Durante estos años creó un centro de estudios especializado en la sostenibilidad y transformación social.
Los 5 secretos mejor guardados de Sybilla
1-Sus fuentes de inspiración: la vida cotidiana, el amor, la naturaleza o el silencio.
2- La mayor satisfacción de tu carrera: los viajes que he realizado, las veces que me detuve o cambié, para regresar con más pasión.
3- Su sueño como diseñadora: sin duda, los sistemas de producción limpios que sean justos y sostenibles.
4- Su opinión sobre la moda del siglo XXI. si nos fijamos en la tendencia general, hay falta de individualidad y triunfa el poder de las multinacionales. Pero, al mismo tiempo, existe la libertad de expresión, el fin de las normas y la innovación.
5-El libro que recomendaría a todo diseñador de moda es... La vida de las abejas y La vida de las hormigas, de Maurice Maeterlinck.
En definitiva, el éxito de Sybilla radica en su crecimiento natural, sin giros ni cambios drásticos y su espíritu entusiasta.