El verano del 2015 será recordado en España como el más caluroso desde principios del siglo XX, debido a la ola de calor que comenzó a finales de junio y que prácticamente ha durado todo el mes, abrasando a media península sin ningún tipo de piedad. Hasta la fecha, la temperatura media en el centro del país ha estado en los 37º diarios, una temperatura insólita e insoportable.
En estas épocas de agobiante calor, las voces expertas siempre advierten de las precauciones que se deben tomar: no deshidratarse tomando líquidos habitualmente, no hacer deporte en las horas centrales del día al aire libre, mantenerse en sitios frescos y, sobre todo, protegerse del astro rey, no solo por el calor, sino por el peligro de quemarnos y multiplicar las posibilidades de desarrollar un cáncer de piel. La obsesión de algunas personas por conseguir una piel bronceada puede pasarles una factura muy cara, pues la exposición al sol de forma descontrolada no solo puede tener un final algo dramático, sino que también envejece terriblemente la piel. Resulta bastante paradójico estar 300 días al año a base de cremas y rituales de belleza para conservar el estado perfecto, juvenil y atemporal de la epidermis para luego estropearlo durante los 65 días restantes del verano. Hay que ser consecuentes y prudentes.
En este sentido, cabe mencionar que la moda de “estar moreno” fue un hecho casual y fortuito, como suele suceder casi siempre en el mundo fashionista. A principios del siglo XX, estar bronceado era signo de pertenecer a la clase baja y trabajadora, puesto que la alta sociedad y la aristocracia resguardaban su piel del sol como signo de distinción y elegancia. Solo los enfermos y bajo prescripción médica se atrevían a tomar “baños de sol”, recomendados para combatir la anemia, la depresión y el fortalecimiento óseo, ya que el sol fija la vitamina D en los huesos. Sin embargo, Coco Chanel cambió esta tendencia en la década de los años 20, cuando volvió de un crucero luciendo una piel bronceada como consecuencia de los días de navegación con el duque de Westminster. La diseñadora, un icono de su época, tenía una serie de fans incondicionales en las alta socialité que imitaban su estilo a pies juntillas, era su referencia de todo lo it en moda, de manera que muchas de ellas comenzaron a tomar el sol para copiar el tono de piel de la transgresora diseñadora, iniciando una moda que hasta ahora solo la población asiática se muestra reticente a seguir.
Hay que admitir que todo el mundo está más atractivo con la melanina subida un par de tonos, pero sin exageraciones. Además, al igual que en su día la piel blanca translúcida era signo de distinción de clases, actualmente la piel bronceada quiere decir que tienes una vida social bastante activa, que has tenido unas vacaciones muy relajadas en la playa o que has estado en más de una pool party dando envidia por las redes sociales. Y quien no haya hecho algo de lo anterior, se ha comprado unas cuantas sesiones de rayos UVA para insinuarlo al menos cuando vuelva a la oficina. ¿Pero cuál es el moreno perfecto? ¿Cuándo se empieza a pasar de castaño a oscuro?
Tumbarse en la arena o en el césped de la piscina engancha, y mucho. Untarse de protector solar es un sistema básico en estos meses de verano para evitar, como ya se ha mencionado, el envejecimiento cutáneo contra el que se lucha durante todo el año. Pues bien, ahora existe una ayuda adicional de la mano de las nuevas tecnologías: la inteligencia llega a la ropa de baño. Una marca francesa ha creado los bikinis más inteligentes del mundo porque incorporan sensores de radiación ultravioleta que envían la información de nuestra epidermis a la aplicación del móvil o la Tablet, para avisar al usuario cuando es necesario protegerse del sol, según las indicaciones que se hayan facilitado sobre el tipo de piel y el bronceado deseado. Tecnología punta al servicio de la salud y la belleza. Además, estos smart bikinis están hechos a mano y por encargo en un taller de Mulhouse, un pequeño pueblo francés, uniendo la artesanía y la tecnología en una obra maestra de lo práctico y lo moderno, sin perder sentido de la estética. Ya no existen excusas para seguir los consejos de la OMS y estar bronceado de manera saludable. El Spinali design es un paso más en la evolución del bikini para dejar el color “gris oficina” y conseguir la piel de canela sin pasar por el estado “gamba” o “cangrejo de la Sirenita”.