El protagonismo de las uñas en la belleza ha perdurado por aproximadamente 3.000 años, formando parte esencial de las prácticas para embellecer al ser humano. Estas han sido y siguen siendo protagonistas en la expresión de la belleza, evolucionando por los vaivenes de la moda en colores, formas y hasta convertirse en una profesión reconocida a nivel mundial.

El tratamiento de las uñas no solo aborda la cuestión estética, sino también el cuidado físico. Profesionales como podólogos y manicuristas desempeñan roles cruciales en el cuidado y realce de las uñas. La manicura, generalmente enfocada en el diseño y la creatividad, puede tener un impacto positivo en la autoestima, especialmente en casos de onicofagia. Por otro lado, la podología se ocupa de aspectos más específicos como callosidades, durezas y uñas deformadas, proporcionando educación sobre el cuidado de uñas y pies.

La evolución de las uñas a lo largo de la historia ha sido marcada por transformaciones significativas. A principios del siglo XX, la influencia de la incipiente industria automotriz se reflejó en la incorporación de pinturas en la industria de la belleza de uñas. En 1925, el color rosa causó furor entre las mujeres estadounidenses, marcando un hito en las preferencias estéticas. Durante los años 30, hizo su entrada triunfal el rojo, consolidando la manicura como el sector más sólido de la industria de la belleza en la década de 1950.

Fue en los años 50 cuando las célebres uñas postizas surgieron de manera inesperada. El dentista Frederick Slack, al enfrentarse al desafío de reparar una uña rota, utilizó material dental, dando origen a esta innovación. La llegada del cine en Hollywood en los años 70 catapultó la expansión de la moda de las uñas, abriendo camino a nuevas tendencias introducidas por artistas influyentes como Madonna en las décadas de 1980 y 1990.

El auge de las redes sociales y YouTube catapultó la popularidad del arte de las uñas, convirtiendo esta destreza en una profesión muy reconocida y apreciada en la actualidad. La belleza de las uñas ha alcanzado tal importancia que, actualmente, el sector de la moda considera esencial reconocer sus tendencias. Modelos, artistas, figuras públicas y la sociedad incorporan activamente en sus estilos la forma de llevar sus uñas.

A través de las diferentes épocas, las uñas han ocupado un lugar central en los cánones de belleza, experimentando variaciones significativas en su longitud. Si bien ha habido periodos en los que las uñas cortas eran favorecidas, en la actualidad presenciamos una prominente inclinación hacia las uñas de longitud XXL. Esta transformación en la percepción de la belleza a lo largo del tiempo refleja la dinámica naturaleza de las preferencias estéticas.

En la reciente entrega de los Globos de Oro 2024, Jennifer Aniston y Margot Robbie optaron por uñas cortas y colores clásicos, evocando una elegancia atemporal. En contraste, Selena Gómez eligió deslumbrar con uñas largas en un audaz tono negro; Taylor Swift destacó con uñas largas de efecto cromado que resplandecían de manera notable, complementando perfectamente su elección de vestuario esa noche. Estos ejemplos evidencian las diversas formas en que las uñas pueden adaptarse, ofreciendo un espectro multifacético de estilos.

En la actualidad, la profesión ha experimentado un impacto significativo, transformando a quienes ejercen como manicuristas en auténticos artistas de uñas, conocidos como Nails Arts, y convirtiéndolos en figuras públicas gracias a su colaboración con celebridades. Entre los artistas más reconocidos se encuentran Chaunlegend, responsable de embellecer las manos de una de las Kardashian; Tom Bachik, destacado por su trabajo con Selena Gómez; Betina Goldstein, cuyo estilo más sobrio ha dejado huella, incluso al realizar las uñas para la celebración de los Globos de Oro de Margot Robbie; y, por último, Mei Kawajiri, conocida por su versatilidad en los diseños y su participación en diversas campañas publicitarias. Estos profesionales no solo son expertos en su oficio, sino que también se han convertido en referentes de la moda y la belleza.

Este 2024 presenta tendencias como uñas con letras sobre una base de color natural, tipografías que van desde góticas hasta más sencillas, y efectos 3D mediante aplicaciones o gel, con toques cromados. Las uñas metálicas o con efecto cromado también adoptan colores más intensos como el gris o verde oscuro en diseños llamativos. La estética coquette sigue reinando con uñas en tonos rosados vibrantes y efectos románticos como lazos y perlas. Las uñas rojas, clásicas y atemporales, se llevan en esta temporada con uñas más cortas. Finalmente, las uñas francesas mantienen su estilo convencional con una línea más delgada o la opción de una línea flotante hacia el centro, ideal para aquellos que buscan un estilo más sutil.

Como se puede observar, la belleza de las uñas ha sido y seguirá siendo parte de la tendencia de moda del momento, y en algunos casos, constituye un elemento esencial para definir el propio estilo y mejorar la autoestima.