Es probable que ya se hayan topado con alguno de estos “zánganos” por el aire. Y es que España se ha inundado de estos aparatos. Su relativo bajo coste y la cantidad de beneficios que aportan han revolucionado el país. Tanto es así que, en julio del año pasado, la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA) aprobó una normativa, que todavía no existía, para su uso profesional. Entre sus empleos más comunes podemos encontrar las actividades de investigación y desarrollo, la observación y vigilancia aérea o la filmación para televisión y cine. Precisamente esta normativa desarrollada por la AESA es la que están tomando como referencia los demás países europeos. Situación insólita que no nos fijemos en los norteamericanos, que siempre están a la vanguardia en lo que se refiere a temas tecnológicos, pero resulta que lo tienen prácticamente prohibido. Sobre todo, después de que se encontrara uno de estos aparatos estrellado en el jardín de la Casa Blanca. El propio presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, aseguró al enterarse del siniestro, que su país debía avanzar en el marco jurídico sobre drones. Ahí ha quedado la cosa. Incluso, la empresa norteamericana Amazon está desarrollando un sistema de envío de paquetes a través de drones, pero fuera de las frontera del país, debido a la restrictiva normativa acerca de estas naves no tripuladas. La Administración Federal de Aviación (FAA, en sus siglas en inglés) ya expresó sus dudas sobre el futuro de este tipo de sistemas de transporte logístico. Por su parte, el gigante Google también está llevando a cabo proyectos con estas aeronaves fuera de EE.UU. Parece que los norteamericanos se van a quedar muy atrás en este tema como no se pongan las pilas. Aunque, todo hay que decirlo, la cadena CNN sí que ha conseguido vencer las barreras de la FAA y ha obtenido un permiso especial del Gobierno para utilizar drones en sus investigaciones periodísticas. Lo que no han conseguido ni Amazon ni Google lo ha conseguido la cadena de televisión, por algo se le llama el cuarto poder. Un poco más abajo, en Méjico, donde sí son más permisivos, ya los utilizan para vigilancia marítima y combatir la pesca ilegal.

De vuelta a Europa, Airdrone España y Dronair son unas de las principales empresas españolas dedicadas a la prestación de servicios aéreos con drones. En su corta existencia, se ha convertido ya en un referente en su ámbito de actuación. María Eugenia Nieto, directora ejecutiva de Airdrone España, asegura que “las tareas más comunes son las filmaciones aéreas, aunque también se pueden utilizar en el sector de la ganadería, horticultura o para realizar trabajos donde un helicóptero no podría acceder como, por ejemplo, labores de aproximación a un incendio para proporcionar información sobre el terreno a los bomberos o equipos de rescate sin poner en riesgo la vida de nadie”. A día de hoy, Airdrone España realiza eventos deportivos, videos musicales, videoreportajes para cine y televisión e, incluso, revisiones de estructuras y construcciones con este tipo de aeronaves. Según Nieto, las empresas que más los contratan son productoras y constructoras y algún que otro particular que necesita tomas aéreas. Su rápida expansión ha hecho que España se les quede corta y también se les pueda ver en Reino Unido donde realizan trabajos de publicidad. “Estamos convencidos de que este nuevo sector será parte del futuro, acaba de nacer y ya está dando resultados” afirma Nieto.

Debe ser cierto que da resultados, ya que las universidades españolas se están posicionando bastante boeny se encuentran a la vanguardia en estos temas. Desde Galicia, unas estudiantes de la Escuela Universitaria de Diseño Industrial optan a ganar un millón de dólares en un concurso en Dubái gracias a un dron que transportaría órganos para trasplantes. Un proyecto muy ambiciosos en el que pretenden crear una red logística para que los órganos lleguen lo antes posible y en buen estado a su lugar de destino. En Cataluña, cuatro estudiantes de la Universidad Politécnica han construido otro dron, equipado con una cámara térmica, para combatir la caza furtiva de rinocerontes y elefantes en África. Esta aeronave no tripulada incorpora una tecnología para detectar manadas de animales desde el aire y enviar a tiempo real la información de su ubicación. Es esperanzador que, a pesar de los recortes en educación, los estudiantes españoles sigan demostrando su enorme potencial.

En definitiva, el uso civil de los drones, ya que en el ejército los utilizan desde hace tiempo, está demostrando que tiene un gran campo de actuación y está abriendo numerosas posibilidades de mercado. Esta tecnología no para de encontrar nuevos aplicaciones que facilitan la vida al hombre y, en muchos casos, la preserva. Es muy probable que en poco años no se entiendan algunas profesiones sin la utilización de estas máquinas y se conviertan en algo tan esencial como el bisturí al cirujano.

Para más informaciones:
http://www.aerpas.es/
http://www.ardronespain.com/
http://www.dronair.es/