La moda es la ciencia de la versatilidad. Son numerosas las prendas rescatadas de otras épocas por arte de magia, o más bien, por arte de algún diseñador, cobran una nueva vitalidad que las convierte en objetos de deseos. Las primeras en lucirlas son las celebreties y las it girls del momento, para luego ser solicitadas por las masas en las versiones low-cost.
En este otoño-invierno de 2015, el protagonista absoluto ha sido el poncho, en su versión en capa. Esta prenda de origen andino, está viviendo el invierno más intenso de su historia desde las películas western, donde Clint Eastwood era el abanderado de esta prenda, que la exhibia como el complemento indispensable de los bandidos y los caza-recompensas más rápidos del salvaje oeste.
Originalmente, el poncho nació como una pieza de tela con un agujero en medio por donde se metía la cabeza y caía sobre el resto del cuerpo, cubriéndolo hasta la cadera aproximadamente. Era la ropa típica con la que se abrigaban los nativos americanos de los Andes y otras regiones de Sudamérica cuando el frio arrecía. Sin embargo, por su sencillez y practicidad, su uso se extendió a la población criolla de dichas regiones y posteriormente fue utilizada por los destacamentos militares de diferentes países.
Por otro lado, la capa ha sido una prenda de abrigo menos práctica, una característica que la empujó hacia el fondo del armario a principios del siglo XX. Su uso quedó relegado como complemento en ceremonias religiosas, académicas o cuando el protocolo exige ir de “gala”. Sin embargo, algunos diseñadores han encontrado la fórmula perfecta combinando ambas prendas.
De este manera la capa-poncho o la poncho-capa, (al gusto del consumidor), es la prenda “It” de esta temporada. Desde que se vieran en las pasarelas de las capitales de la moda, todas las grandes cadenas comerciales han adaptado los colores y modelos de las firmas de alta costura para las seguidoras de la última moda con menos presupuesto. De hecho, para las chicas más reacias al uso de esta prenda, todas las revistas consideras biblias del mundo fashion tienen un manual de instrucciones, con apoyo visual de las celebrities, para mostrar las múltiples posibilidades y estilos de poner poncho-capa en sus vida. Si después de hojear las indicaciones de los expertos, persiste la duda sobre cómo encajar la capa-poncho en el armario, se recomienda la ayuda de un aliado perfecto: el sombrero de ala ancha, conocido como “fedora”, en un color que haga contraste con el poncho-capa. El éxito está garantizo.
Por otro lado, aunque el mundo de la moda está muy dirigido al público femenino, también se ha pensado en los chicos para que luzcan la capa-poncho. Los diseñadores más vanguardistas se han inspirado en los uniformes militares, obteniendo como resultado, prendas con telas pesadas y la utilización de los botones como decoración, para adaptar este abrigo a la estética masculina.
Desde luego, el límite está en la imaginación de cada persona, y la mezcla de diseños está llevando a la creación de ponchos-capa, abrigos-poncho y capas-manta, tanto para hombres como para mujeres. No se sabe si el responsable último de esta fusión de prendas es el cambio climático que hace que cada invierno bajen más las temperaturas, pero una conclusión es firme: esta temporada antes de pasar frío uno se lía la manta con más, o menos estilo.