La Rosa del Principito, pieza teatral original de Elizabeth Yrausquín de Postalian, y coproducida por la Fundación Asklepión y la Asociación Cultural Humboldt, junto al apoyo de Unión Radio, da a conocer la otra cara de la historia de El Principito, mostrando la relación de Antoine de Saint-Exupéry con su esposa salvadoreña Consuelo Suncín, y el contexto que rodeó su proceso creativo durante la Segunda Guerra Mundial.
En ese sentido, por cuatro únicas funciones, del 27 de mayo al 4 de junio a las 5:00 p.m., se presentará esta obra basada en la vida del aviador y escritor de El Principito: Antoine de Saint-Exupéry.
A la vez que contempla los pormenores de la vida del autor, expone a un Antoine de Saint-Exupéry que, si bien era contrario a la guerra, tras la ocupación alemana en la década de los 40, se exilia en Estados Unidos, con el fin de convencer a los norteamericanos de entrar en el conflicto bélico y, de esta manera, conseguir el triunfo de los aliados.
Fue en esa tierra donde, soñando más allá de la adversidad, escribió su obra maestra, El Principito, novela que, en este 2023, celebra su 80° aniversario.
A pesar de la vida atormentada que vivió el matrimonio de estas dos personas creadas de la misma naturaleza, Consuelo Suncín de Saint-Exupéry, «Condesa de opereta», como la llamaron, fue la vanidosa rosa que acompañó a Antoine hasta el día de su partida al asteroide B-612.
Fue el tiempo que pasaste con tu rosa lo que la hizo tan importante.
(El Principito)
Mezclando personajes reales y ficticios, el elenco está conformado por Paola Martínez, como Consuelo Suncín de Saint-Exupéry; Tomás Vivas, encarnando a Antoine de Saint-Exupéry; Alejandro Míguez, interpretando a Abdul; Anakarina Fajardo, personificando a Giselle De Vogüe; Orlando Villalobos, representando a André Dumont; el niño Antonio Scardino, dándole vida al Principito. Además, el montaje cuenta con las participaciones especiales de los primeros actores Gerardo Soto, como León Werth, fiel amigo de Antoine y merecedor de la dedicatoria de El Principito; y Sandra Yajure, como Marie Boyer de Fonscolombe, madre del autor.
Por su parte, las voces de Hitler y el locutor están a cargo de Orlando Villalobos y Hernán Rosas respectivamente; la coreografía de tango, de Jonathan Marini y Moraima Rojas; el vestuario, de Elizabeth Yrausquín de Postalian, Margarita Yrausquín y Edisson Spinetti; la iluminación, de Manuel Troconis; el diseño y la realización de escenografía, de Freddy Belisario; los efectos visuales y el manejo de mapping, de Gabriel Arrollo; la música original y la ingeniería de sonido, de Luis Izquierdo Graells; el video y la fotografía, de Ygnacio Narea –La Paleta Films–; la jefatura de prensa, de Anakarina Fajardo; la asistencia de dirección, de Sandra Yajure; la producción general, de Edisson Spinetti; y la dirección general y la puesta en escena, de Elizabeth Yrausquín de Postalian.
El telón eterno cayó para Antoine de Saint-Exupéry el 31 de julio de 1944, dos meses antes del desembarco de las tropas aliadas en las costas de Normandía. Su misteriosa desaparición en el mar fue revelada sesenta años después, cuando consiguieron parte del fuselaje del avión que piloteaba. Su cuerpo jamás volvió a tocar suelo porque «en aquella noche, cuando, perdido en el espacio y no sabiendo ya cuáles eran las luces de la tierra, tuvo que escoger entre los planetas, al haber perdido el suyo».
Dentro y fuera de la ficción, esta pieza inspira a soñar en medio de la desdicha, motiva a volar a pesar de los obstáculos y profundiza en el sacrificio hecho por amor; todo, a través de las voces de un conjunto de personajes que, además de transitar en medio de las tinieblas de la Segunda Guerra Mundial, lidian con sus propias batallas internas, las cuales llegan a igualar e, incluso, sobrepasar el contexto bélico infernal de los años 40.
Sólo se ve bien con el corazón; lo esencial es invisible a los ojos.
(El Principito)