En cualquier espectáculo, la forma en que se presenta un artista ante el público es una herramienta de comunicación muy potente que puede ayudar a destacarse de la competencia y dejar una buena impresión en la mente de los espectadores.
No se trata solo de una simple capa estética, sino de algo mucho más profundo. El vestuario, maquillaje y peluquería forman un conjunto esencial para transmitir el mensaje, por eso es tan importante cuidar este aspecto.
La armonía
Cuando una persona que no sabe nada de música escucha varias notas que no están afinadas en armonía se da cuenta, le choca y no le gusta. Algo le molesta, aunque quizás no sepa qué es. Lo mismo pasa con los sabores: aunque no sepa nada de cocina, si dos sabores no están en armonía no le va a gustar el plato porque le va a resultar demasiado extraño y puede pensar que los ingredientes están estropeados.
Lo mismo pasa con la presentación de los artistas ante sus seguidores. Aunque al público no le interese la moda ni sepa nada de tendencias, puede notar que hay algo que visualmente no encaja si la puesta en escena no tiene armonía y los outfits no casan con el resto de elementos de la actuación, o no se corresponden con la imagen que transmite en las redes sociales.
El estilismo
El estilismo es capaz de transmitir instantáneamente todo un conjunto de informaciones espontáneas provocando emociones intensas. Es por ello fundamental para cada artista saber primero quién es, quién es su público y qué quiere comunicar. Analizando bien estos factores podrá ofrecer un espectáculo en armonía y con una buena imagen.
Son muchos los pasos previos para llegar a un buen resultado, desde análisis de marca a fondo hasta la realización de un moodboard y selección de prendas y accesorios necesarios para la actuación. Finalmente, son imprescindibles las pruebas para comprobar que todo funciona correctamente. Nada debe dejarse al azar, la improvisación queda para modular los acontecimientos que sucedan durante el directo.
Los valores
Antes de empezar a trabajar la imagen, es esencial tener claros los valores que sustentan la identidad como persona y como artista. Hay que tener en cuenta la carrera profesional y la vida personal, porque los valores reales se aplican a ambas e irán juntas siempre, no pueden dejarse fuera del escenario. Todo debe estar en sintonía en una consonancia que se vea reflejada en cualquier acción que se desempeñe: colaboraciones en los medios, comunicación con los espectadores en las actuaciones, en las RRSS, entrevistas, etc.
Los valores deben estar presentes en todo lo que se haga para llegar a un tipo de público específico que los compartirá en todo momento. Esto hará que se sienta identificado y más cercano al artista, formando así una comunidad que es clave para el éxito. Es importante el trato cercano que genera empatía y fomenta la ley de la reciprocidad.
La primera impresión que ofrece un artista al aparecer en el escenario marcará las expectativas del resto del espectáculo. Y ya se sabe que no hay una segunda oportunidad para una primera impresión. El estilismo de un vistazo cuenta mucho, sin palabras.