Escritor clave de finales del siglo XIX, Joris-Karl Huysmans (1848-1907) es un crítico de arte poco o mal conocido por el gran público. Su contribución a la prensa artística y al debate estético fue, sin embargo, tan decisivo como su novela Contra Natura.
Más bien apasionado por Hals y Rembrandt, Huysmans reconoció cuán importante fue para él el descubrimiento de Degas, entre 1876 y 1879. Sin embargo, su crítica de arte admite la posibilidad de una doble modernidad. La de los pintores de la vida moderna y la de los exploradores del inconsciente no se excluyen. Manet cohabita aquí con Rops y Redon. El deseo que exhibe desde sus inicios de escapar a las convenciones dificultó sin lugar a dudas la percepción de sus elecciones estéticas.
La exposición propone mostrar que el émulo precoz de Zola habría sido, en secreto al comienzo y luego más abiertamente, el heredero del Baudelaire de las Flores del mal. De esta forma, el público será testigo de un momento particular de la historia del arte europeo y de la sensibilidad moderna, a medio camino entre el despliegue naturalista de la década de 1870, el decadentismo de la década de 1880-1890 y el "regreso" a los Primitivos con un trasfondo de renacimiento católico. Pocos escritores estuvieron tan comprometidos con este vasto movimiento de época.