¿Tenés algún colorado dentro de tu entorno más cercano? Yo tengo tres, lo cual es un montón considerando que solo el 1% de la población mundial es colorada. Me empecé a preguntar a qué se debe esta condición y de dónde viene el mito de que los colorados dan mala suerte, así que en esta oportunidad vamos a conocer juntos sobre esta particularidad física tan linda.
Si pensamos en personajes famosos, hay varios: Ed Sheeran, el príncipe Harry, Lindsay Lohan, Rupert Grint (el actor que interpreta a Ron Weasley en Harry Potter), Vincent van Gogh o Isabel I de Inglaterra, conocida también como la Reina Virgen1.
Por muchos considerados yetas, porque aunque parezca mentira todavía existe la idea de que los colorados dan mala suerte. Por eso me parece importante que conozcamos el origen de este mito, que como tantos otros que hablamos previamente2, esta leyenda urbana también surgió durante la Edad Media.
Las personas pelirrojas eran asociadas a las brujerías o incluso con el diablo, únicamente por la rareza del color del pelo que era percibido como una característica anormal, relacionada con el símbolo del fuego. Además, en algunas culturas los pelirrojos generaban desconfianza porque eran vistos como temperamentales o impredecibles. Sumemos también que la sociedad siempre rechaza lo diferente, y los colorados solo por serlo ya generaban una inquietud que, en vez de admirar o respetar, era vista con malos ojos. Y aunque parezca increíble esto sigue pasando, mis amigos colorados dicen ver, por suerte cada vez menos, a desconocidos que se tocan sus miembros izquierdos cuando se los cruzan por la calle. Así que si no crees en las brujas, tampoco deberías tener motivo para creer en la yeta de un colorado.
Hablando de la parte más técnica, el gen que permite el color rojo es el MC1R que se encuentra en el cromosoma 16. Este gen interviene en la producción de melanina, el pigmento que determina el color de la piel, el cabello y los ojos. El tipo de melanina que los colorados tienen se llama feomelanina, y es un pigmento amarillo o rojizo que da lugar a tonos más claros o rojos en el pelo. Cuando el gen MC1R funciona correctamente, predomina la producción del otro tipo de melanina, la Eumelanina, un pigmento oscuro responsable de los tonos marrones y negros. Cuando sucede una mutación del MC1R, se reduce su actividad incentivando la producción de feomelanina y dando como resultado el color rojizo del pelo.
Para que una persona sea colorada, debe heredar una copia mutada del gen MC1R de ambos progenitores. Un progenitor portador del gen mutado no necesariamente va a ser colorado porque esta característica requiere que ambas copias del gen estén mutadas. Sin embargo, al ser portador, puede transmitir la mutación a sus hijos.
Las mutaciones específicas del gen MC1R asociadas al cabello pelirrojo se volvieron más frecuentes hace miles de años en Europa del norte y noroeste, en lugares como Escocia, Irlanda y Gales, donde es común la falta de sol. La piel clara, característica asociada con los pelirrojos, podría haber sido una ventaja evolutiva que ayudó a la adaptación de las sociedades europeas primitivas, permitiéndoles concentrar suficiente vitamina D a pesar de la poca luz, lo que favoreció la supervivencia en esos climas más fríos y con menos exposición solar. Actualmente entre un 10 y un 13% de la población es colorada en esos lugares.
Siempre se suele asociar el origen de los colorados con los vikingos, pero en realidad se cree que ellos fueron los que llevaron esta particularidad de los europeos, hacia el resto del mundo. También es una característica asociada a los rusos, lo cual es más probable ya que se encontraron restos arqueológicos que confirman la presencia de personas con pelo rojizo que pertenecían a la población de los escitas, un grupo nómada que habitó áreas de Asia central (cerca de la actual Rusia y Ucrania).
El director del centro Scotlands-DNA explicó que podrían “extinguirse” los colorados debido al calentamiento global. Si el clima sigue cambiando y cada vez hay más días soleados y menos nublados, habrá una adaptación al clima que afectará al gen, porque no será necesaria la concentración de vitamina D, por lo que menos personas portarán el gen a la larga.
Por otro lado, estudios científicos determinaron que los colorados son más sensibles a los cambios de temperatura ya que el gen MC1R interactúa con ciertos receptores en el sistema nervioso que regulan la percepción térmica. Además, las personas pelirrojas experimentarían una sensibilidad diferente del dolor por la forma en que el gen MC1R interactúa con los receptores de dolor en el sistema nervioso central. Y si bien la piel clara es una ventaja para producir vitamina D, cuando hay radiación UV muy fuerte termina siendo una desventaja, no son pieles para broncearse porque la concentración de melanina podría generar un problema de salud como el cáncer de piel. Pero no todo es negativo, la radiación del sol también provoca que tengan las pecas tan características en los colorados.
Como dato final, los colorados tienen su propio día el 7 de septiembre, siendo que miles de personas pelirrojas se reúnen en distintas ciudades del mundo, armando mares rojizos que después circulan en fotos por todas las redes.
Si toda la info que mencioné no es razón suficiente para que estén de acuerdo con el titular de este artículo, sumo a mi argumento que mis mejores amigas de toda la vida son coloradas y la persona de la que estoy enamorada también. Por lo menos para mí, sí: los colorados son las personas más especiales del mundo.
Notas
1 Hago un paréntesis para invitarlos a conocer su historia (y la de otras reinas) en mi articulo Juana no estaba loca.
2 Al respecto, los invito a leer mi artículo Martes 13: No te cases ni te embarques.