El ser humano tiene muchos planes que se pueden clasificar según los objetivos en planes individuales o personales, en planes sociales, planes nacionales, planes mundiales. De acuerdo con el tiempo de realización pueden ser: planes a corto plazo, planes a mediano plazo y planes a largo plazo. El problema de los planes es el cumplimiento. Muchos planes del ser humano no se cumplen, solamente quedan como buenos deseos, como ideales y sueños.

Hemos desarrollado estrategias de planificación, estrategias de realización, estrategias de desarrollo, estrategias de crecimiento, sin embargo, vemos con claridad que solamente se cumplen los planes que tienen respaldo científico. Porque la ciencia se basa en leyes, por tanto, la clave del éxito se sustenta en las leyes. Las leyes científicas predominantes son de las ciencias naturales, por ello, el éxito de la ciencia está en la tecnología. La tecnología se basa en la técnica, en las creaciones técnicas y en todo cuanto se puede aplicar las leyes científicas. Por su naturaleza, la ciencia es el estudio de realidades determinadas, por lo tanto, las leyes científicas son específicas.

Estas leyes científicas, siendo específicas no tienen alcance a los sistemas complejos, como la sociedad, la humanidad y el planeta Tierra. Por ello, los planes políticos a nivel nacional terminan en un fracaso, los planes internacionales terminan en un fracaso, los planes mundiales o globales también terminan en un fracaso. Lo cual indica que la ciencia tiene límites y los límites están determinados por sus leyes específicas. Sin embargo, existen leyes para sistemas complejos, estas leyes son universales basadas en principios universales que a su vez tienen sustento en la esencia universal. Estas leyes universales son ideales para los planes sociales, para los planes nacionales, para los planes globales y para los planes planetarios.

El manejo de estos principios y leyes universales está por encima del método científico. El manejo de los principios y leyes universales requiere un método filosófico. Si queremos ir más a la profundidad podemos emplear la esencia universal, donde el método filosófico es insuficiente, puesto que la esencia universal está en el plano de la sabiduría universal, la sabiduría universal se mueve con la esencia universal, donde ya no es necesario hacer planes, no es necesario tener objetivos personales, sociales o globales porque de todas maneras el plan universal se cumple y se entiende en el plano de la sabiduría universal. Por tanto, se puede decir que cuando el hombre hace planes está reconociendo sus limitaciones, está reconociendo su falta de integración. Esta falta de integración es la evidencia del desconocimiento del orden universal y si además tiene que luchar para conseguir sus objetivos, con seguridad está destinado a perecer en el camino.

Entonces, ¿cómo algunos alcanzan sus objetivos? A lo largo de la historia los objetivos materiales se alcanzaron y los más grandes logros materiales perduran en el tiempo porque significan la transformación de la idea en materia realizada. Pero los esfuerzos alcanzados en el plano social, aunque el costo ha sido muy alto al alcanzarlo, se pierden debido a su falta de sostenibilidad. Un objetivo alcanzado es insostenible porque tiene como soporte la fuerza humana débil, el poder humano basado en la cantidad de personas o en la cantidad de recursos materiales también es débil para sostenerse en el tiempo. Por ello hasta los más grandes imperios caen por la debilidad de la energía que los sostiene.

Se entiende una escala superior de energía basada en valores universales, inexistentes en la actualidad en la cultura moderna. ¿Por qué el ser humano tiene éxito en la guerra? La guerra es un proceso de destrucción, la destrucción de la materia, la destrucción del cuerpo físico, la destrucción de las obras, la destrucción de las vidas, en suma, es la destrucción de la materia. Con guerra o sin guerra la materia está destinada a destruirse y a perecer. Por ello la victoria en la guerra solo depende de la fuerza destructora de la materia, ya está facilitada por la tendencia a la destrucción de la misma materia, por eso, todas las guerras se ganan por el principio de destrucción y por la ley de la desintegración de la materia, sin embargo, el ser humano se atribuye el éxito. Se puede conquistar pueblos, naciones y el mundo entero, pero siempre será insostenible en el tiempo, porque por principio la materia no se sostiene en la materia.

La materia se sostiene en la energía, siendo así una persona se sostiene en sus ideales, una sociedad se sostiene en sus valores culturales y sociales, la humanidad se sostiene en valores universales. La ausencia de estos valores universales le hace insostenible a la humanidad. Los valores humanos tienen sustento en la verdad universal. La verdad universal tiene sustento en la esencia universal y en sus principios y leyes. Estos valores universales se cultivan en la conciencia humana por medio de la educación.

Actualmente, la educación en el planeta no conduce a la formación de una conciencia universal, no conduce a la realización humana, no tiene como objetivo alcanzar la sabiduría universal. Por ello, tenemos una ciudadanía débil, insegura e insostenible. La debilidad, inseguridad e insostenibilidad determinan la inestabilidad de la sociedad y del mundo. La inestabilidad da paso a la desintegración en todos los planos: moral, social, ideológico, político, familiar e individual. En la educación la esencia universal debe ser el camino, el medio para alcanzar la conciencia universal.

La conciencia universal es el estado de integración con la esencia universal. Para alcanzar la esencia universal el camino es la depuración mental, la mente es como un bosque de ideas, de conocimientos, de información creado por el hombre de acuerdo con sus creencias, de acuerdo con sus costumbres. Muchas de estas creencias son falsas, la falsedad se convierte como un bosque frondoso que impide el camino hacia la sabiduría universal. La depuración consiste en eliminar la falsedad que reina en la mente humana. La negación a la sabiduría universal está determinada por la falsedad. Por esta razón la mente del niño tiene aptitud para cultivar la sabiduría universal. El adulto para alcanzar la sabiduría universal necesita depurar la mente. En la mente solo debe permanecer la verdad, y la verdad tiene sustento en la realidad. Y como la realidad está regida por leyes, son estas leyes el sustento de la verdad. Por otro lado, existe una jerarquía en las leyes: hay leyes específicas, leyes generales, leyes universales, principios y la esencia universal.

Todas las leyes de la naturaleza son la réplica de la esencia universal. Por ello, la formación inicial del ser humano, la formación elemental debe basarse en la esencia universal. Con el entendimiento de la esencia universal se hace posible el camino al éxito. El camino al éxito es el camino a la sabiduría universal. Con la sabiduría y la conciencia universales desaparecen los planes humanos. Todos los planes son universales, todos los objetivos son universales, todas las metas son universales, por tanto, se encarga el mismo universo de realizar por medio de sus principios y leyes. Así el plan humano se fusiona con el plan universal.