Inmenso dibujante, Auguste Rodin ha creado cerca de 10.000 dibujos, entre ellos más de 7000 están conservados en el museo Rodin.
Escasas veces el dibujo sirve de estudio, de proyecto para una escultura o un monumento. La obra del dibujante se desarrolla en paralelo a la del escultor.
Si, por motivos de conservación, las obras en papel solo pueden ser mostradas muy puntualmente, no representan sin embargo una parte menor del arte de Rodin, que afirma al final de su vida: "Es muy sencillo, mis dibujos son la clave de mi obra" (Benjamin, 1910).