La historia del coaching viene de muy lejos, nada más y nada menos que del filósofo ateniense Sócrates en la antigua Grecia, el cuál empleaba el diálogo para reconocer a sus discipulos, se sentaba a dialogar con ellos, logrando sacar a relucir los conocimientos que tenían dentro. A esta forma de comunicación se le llamó Mayéutica.
Muchos años después, a mediados de los años 70 con Timothy Gallwey (profesor y capitán de un equipo de tenis) se empezó a utilizar como entrenamiento deportivo, el más utilizado actualmente en nuestros días y que dio lugar y origen al coaching empresarial, de la mano de John Whitmore (piloto y hombre de negocios).
Estos serían los principales exponentes del coaching personal y humanista basado en el énfasis del ser humano, en su potencial interior y en la capacidad de elección de una vida mejor.
Actualmente, se han sumado otros muchos tipos de coaching para atender a diversos ámbitos de la vida de las personas u organizaciones: coaching ejecutivo, corporativo, para empresarios, de salud, político, artístico, etc.
Por eso, ya sea el entrenamiento personal o coaching, el entrenamiento deportivo, el coach para superar cualquier miedo o fobia, etc. son todos válidos para mostrar las habilidades positivas y potenciarlas, dejando a un lado las negativas.
El coaching (palabra de origen inglés) o entrenamiento, que es lo que significa, es un proceso sencillo, y breve, de solo varias sesiones, que resulta muy eficaz para alcanzar nuevos horizontes apareciendo alternativas que merecen ser tenidas en consideración. Con la toma de decisiones, proceso mediante el cual se realiza una elección entre las opciones o formas para resolver diferentes situaciones de la vida en diferentes contextos. El coach en las diferentes sesiones requiere de varios pasos, tales como la observación, toma de conciencia de la meta marcada y determinación de los objetivos claramente definidos, ir superando las dificultades de la puesta en práctica, saber si estamos alejándonos o acercándonos al objetivo propuesto, acción comprometida alineada con el plan de acción y motivación.
Sesiones en grupo o individualizadas, de tan solo una hora, y técnicas de grupo como la lluvia de ideas, una bibliografía básica o material audiovisual, charlas, seminarios, talleres y prácticas supervisadas se convierten en un posible y sobretodo los puntos fuertes de la persona.
A través de una meta propuesta por ti, concretamente, superar el miedo a volar, la meta de un entrenamiento para algún tipo de prueba deportiva, un objetivo emocional como es la búsqueda de un empleo, etc. El coach con solo tus habilidades propias, el diálogo y en base a tu ritmo personal, encuentra una solución a ese objetivo propuesto.
Con todo ello, la persona sale de la zona de confort que la envuelve, entendida como el conjunto de límites que la persona se marca como posibles, es el acomodo del sofá.
Un ejercicio muy básico en coaching es la rueda de la vida: dibujas un círculo y trazas radios concéntricos en él, a cada radio le asignas un objetivo importante en tu vida, le das un valor del 0 al 10 y lo marcas en el radio como si fuera una regla. Por último, unes los valores de cada uno de los radios. Así puedes ver el tiempo que dedicas y lo valorable de tu situación.
Ejercicios básicos pero claves para el avance personal y una meta como fin último hacen del coaching un entrenamiento viable y estable.